Al principio era cosa sólo de los ciclistas más profesionales, pero ahora recurren a ella aficionados de todas las modalidades, sin importar su experiencia. La biomecánica, dedicada a estudiar tu postura sobre la bici, busca las mejores maneras para optimizar tu rendimiento físico, evitando esfuerzos innecesarios y lesiones.

Cada vez son más las personas que usan la bicicleta en todo el mundo. La mayoría lo hace confiando en su intuición, de manera autodidacta. Ponen el sillín a la altura que consideran, más o menos, y a pedalear.

Sin embargo, una mala decisión en la talla de la bici, la distancia al manillar, el tamaño de las bielas o, precisamente, la altura del sillín pueden provocar algunos dolores (en el mejor de los casos) o incluso, algunas lesiones a largo plazo.

La biomecánica es una ciencia que puede mejorar muchísimo la experiencia al pedalear y que no sólo es útil para los ciclistas profesionales.

¿Cuáles son estas ventajas? Vamos a detallarlas a continuación para que puedas moverte en bici con comodidad, eficiencia y seguridad.

Qué es la biomecánica

Primero, definamos con algo más de precisión qué significa exactamente “biomecánica”: es el estudio sistemático de los movimientos y las fuerzas aplicadas al cuerpo humano durante la realización de una actividad física. En el ciclismo, la biomecánica analiza cómo interactúan los diferentes componentes del cuerpo del ciclista con la bicicleta y cómo se transmiten las fuerzas generadas durante el pedaleo.

Un estudio de biomecánica tendrá en cuenta tus medidas y tu forma de pedalear para ajustar cada uno de los componentes de tu bici de la mejor manera posible con el fin de hacer de tus rutas, experiencias mucho más placenteras, eficientes y sin molestias.

Beneficios de la biomecánica

Eficiencia y rendimiento mejorados: La biomecánica en el ciclismo te permite optimizar la posición de tu cuerpo en la bicicleta para generar la máxima potencia con el mínimo esfuerzo. No sólo elegir la correcta talla de tu bici, sino también ajustar la altura del sillín, la posición de los pedales y el ángulo del manillar. Todo ello te ayudará a aprovechar al máximo cada pedalada, lo que se traduce en una mayor velocidad y eficiencia al moverte en bici.

Prevención de lesiones: Una posición inadecuada en la bicicleta puede generar estrés y tensión en las articulaciones, músculos y tejidos blandos. La biomecánica te permite identificar y corregir malas posturas que podrían aumentar el riesgo de lesiones. Al ajustar correctamente la bicicleta a tu cuerpo, reducirás la carga en las articulaciones y mejorarás la estabilidad y el equilibrio.

Comodidad durante los desplazamientos: La biomecánica también ayuda a encontrar la postura más cómoda en la bicicleta. Al eliminar molestias y puntos de presión innecesarios, podrás disfrutar más de tus desplazamientos diarios. Una postura correcta también favorecer la circulación sanguínea y elimina los hormigueos en las manos, disminuyendo la fatiga muscular.

Mayor resistencia: Los tres primeros beneficios (más comodidad, más eficiencia y menos fatiga) se traducen directamente en una mayor resistencia para los trayectos más largos. Al distribuir adecuadamente la carga en los músculos de las piernas y glúteos, podrás mantener una cadencia constante y disminuir el esfuerzo percibido durante tus rutas o trayectos al trabajo.

Experiencia más placentera: lograrás una mayor armonía entre tu cuerpo y la bicicleta. Esto te permitirá disfrutar más de tus recorridos, aumentar tu confianza en la bici y experimentar una sensación de bienestar general.

Dónde se hace y cuánto cuesta

Cada vez son más las tiendas de bicis que ofrecen servicios de biomecánica, pero también hay lugares y profesionales específicos. Seguro que tienes uno relativamente cerca de casa o de tu trabajo.

Dependiendo de lo que se profundice, suelen tardar entre 30 minutos y un par de horas y el coste ronda, habitualmente, los 150€. Puede que te parezca mucho dinero, pero una vez lo has hecho, no te arrepentirás.