¿Cómo hacer la revisión de mi bici? Te damos 10 consejos

Mantener cualquier tipo de vehículo en orden de marcha y en perfecto estado es vital para nuestra seguridad, pero también para la durabilidad de este. En el caso de las bicicletas no es distinto, y tenerlas en perfecto estado nos evitará más de un quebradero de cabeza.

¿A quién no le ha pasado o ha visto que en un desplazamiento o una salida se le ha roto la cadena? Da igual el momento en el que suceda, ya que una avería de este tipo puede arruinarte la salida o la cita programada. Las averías de este tipo –pinchazos, roturas de cadena o de pedal, etc.– son más comunes de lo que creemos y para evitarlo simplemente basta con un buen mantenimiento. En el caso de que te suceda, el RACC siempre estará contigo para ayudarte y si no sabes cómo iniciarte en el ciclismo, también te damos algunos consejos.

No hace falta insistir en que una revisión visual cada vez que vayamos a usar la bicicleta nos evitará experiencias desagradables, como quedarnos sin aire o escuchar chirridos por falta de engrase. Comprobar los frenos, el engrase de la cadena y la presión de los neumáticos debe ser el credo de todo ciclista cada vez que va a montar en bicicleta.

Pero también existe un mantenimiento que se debe hacer cada cierto tiempo, normalmente según el kilometraje que hagamos con nuestra bicicleta, adelantándolo según las condiciones climáticas a las que expongamos nuestro vehículo –si duerme en la calle o en el balcón, si se usa en días de lluvia, etc.– o si se ha tenido algún tipo de accidente.

A continuación, detallamos las partes más importantes a revisar en nuestra bicicleta, para tener un uso satisfactorio de ella. La mayoría son aspectos que puede hacerse uno mismo con el material adecuado, pero siempre es aconsejable acudir a un profesional cualificado en caso de duda.

Puntos para revisar:

1. Neumáticos: El neumático es una de las partes más importantes de la bicicleta. El contacto con el suelo es a través de las ruedas y un buen estado de la presión y del dibujo del neumático es vital para evitar caídas. Si circulamos con la presión baja, la banda de rodadura será mayor y se necesitará un mayor esfuerzo para generar movimiento, además de limitar la efectividad de la frenada y aumentar el riesgo de pinchazo. Montar el neumático adecuado para el uso que le vayamos a dar es primordial, así como evitar el uso de cámaras con demasiados parches. Si usamos el sistema tubeless, el líquido es recomendable cambiarlo como máximo cada seis meses, para evitar que se convierta en pasta y pierda efectividad.

2. Llantas: También deberemos comprobar el estado de los radios de la llanta y su tensión para evitar tener las llantas descentradas y que no giren correctamente. Un golpe fuerte puede hacer perder la forma de la rueda, obligándonos a un mayor esfuerzo a la hora de desplazarnos. La holgura en los bujes es otro de los problemas más frecuentes y es muy aconsejable repararlos cuanto antes para evitar males mayores. El descentrado nos puede condicionar la frenada y su efectividad.

3. Sistema de frenado: Sea el sistema que sea, los frenos son otro de los elementos vitales de nuestra bicicleta. En la actualidad, sigue existiendo paridad a la hora de elegir zapatas o discos, pese a que los fabricantes optan por el disco a la hora de presentar nuevos modelos. Es una cuestión de gustos, pero en ambos sistemas hay que hacer un correcto mantenimiento: en las zapatas, la comprobación del desgaste de estas; y en los discos, su desgaste y el de las pastillas, además del correcto nivel del líquido de frenos en el caso de ser hidráulicos, así como la comprobación de cualquier tipo de fugas de líquido en el sistema.

4. Dirección: Poder girar con facilidad nos evitará sustos gordos. El correcto engrase de este elemento nos evitará la formación de la espesa pasta que se crea al no hacerlo correctamente. No debemos olvidar el buen apriete del tornillo que une el manillar con la horquilla y el correcto centrado de los dos elementos.

5. Apriete de tornillos: El correcto par de apriete de todos los tornillos de nuestra bici es un aspecto que debemos revisar constantemente. Normalmente, nos bastará con una llave dinamométrica para aplicar los pares de apriete que el fabricante indica, ya que, de no hacerlo, en elementos como el carbono y el aluminio, corremos el riesgo de pasar de rosca los tornillos e incluso de reventar la pieza.

6. Cadena: La cadena forma parte de la transmisión de nuestra bicicleta. Es uno de los elementos de mayor importancia, puesto que sin ella no podremos usar la bicicleta. Pero pese a esto, suele ser uno de los grandes olvidados. Engrasar la cadena regularmente y comprobar su holgura con una llave medidora –las cadenas se estiran con el uso– nos permitirán evitar roturas. Una cadena estirada dañará los piñones y las rulinas del cambio y siempre es más barato cambiarla antes que hacerlo con el resto de componentes. La vida útil de una buena cadena ronda los 2.000 km a máximo rendimiento. Es recomendable desmontar la cadena cada cierto tiempo –sobre todo cuando está muy sucia– y limpiarla con desengrasante, comprobando el eslabón de conexión rápida y volviéndola a engrasar al montarla.

7. Cambio: Tener un cambio ajustado a la perfección nos evitará el salto de piñones o discos, así como pedaladas en falso que pueden acabar en caída. Su ajuste es vital en una revisión, así como el buen engrase de sus elementos internos, de los cables y sus fundas. En el caso de los cambios inalámbricos, la comprobación de la carga y el funcionamiento de la batería son primordiales.

8. Pedalier: Deberemos comprobar la holgura del eje del pedalier, el correcto montaje de las bielas y los pedales, así como su engrase. Suele ser otro de los grandes olvidados y, tratándose de la pieza que transmite nuestra fuerza a las ruedas, no debemos tenerlo en mal estado.

9. Engrase: Ya hemos hablado del engrase de la cadena, la dirección y el pedalier, además del cambio. El engrase de los demás elementos es muy importante. Al montar nuevos elementos debemos usar la grasa adecuada para el material que se monta –cambia si es carbono o aluminio– y engrasar elementos fijos nunca está de más, como la tija del sillín que nos durará más tiempo estando bien engrasada y de paso, se moverá con mayor facilidad. Cables, fundas, ejes, etc., deben estar siempre bien engrasados para su correcto funcionamiento.

10. Limpieza: La limpieza del conjunto de cualquier vehículo es fundamental. La de las bicicletas no es menos, aunque en este caso deberá ser de manera manual. Las lanzas a presión no son buenas compañeras de las bicis, ya que pueden dejar humedades nocivas para sus elementos, por lo que es recomendable lavarlas a mano y secarlas correctamente.