¿Cómo realizar la correcta elección del casco para bicicleta?

Al igual que en moto, el casco es uno de los elementos más importantes a la hora de salir en bicicleta. Si bien no es obligatorio para todas las edades, obviamente es muy recomendable llevarlo para prevenir posibles lesiones de gravedad, ya que, a según que velocidades, el golpe puede asemejarse al sufrido con una moto.

El casco es obligatorio para menores de 16 años, sean conductores o pasajeros e independientemente de la vía por la que circulen, y en caso de no llevarlo las multas rondan los 200 €. Para los mayores de esa edad, el casco no es obligatorio en ciudad, aunque sí recomendable, aunque su uso será obligatorio en el caso de circular por vías interurbanas, excepto en rampas ascendentes prolongadas, en caso de calor extremo o por motivos médicos.

Tipos de casco

Conocida la normativa, podemos elegir el casco, pero ¿cuál? En el mercado existen infinidad de modelos, diseños y precios. Lo primordial será tener claro cuál será el uso que vamos a darle a nuestra bicicleta y los lugares por donde circularemos, ya que los cascos están diseñados según su función.

Existen tres grandes grupos de cascos:

  • Uso urbano
  • Montaña
  • Carretera

Dentro de estos modelos encontraremos diferentes formas, con cascos adaptados para cada uso específico como pueden ser los de mtb-trail, similares a los jet de moto o los de ruta, con grandes aperturas para favorecer la ventilación. También los hay con mentoneras desmontables, de corte más clásico o aerodinámicos de competición.

Estos cascos se fabrican principalmente de piezas de polipropileno y poliestireno que se juntan a posteriori, aunque existen otros materiales más ligeros y resistentes que serán los que hagan variar el precio. Cada marca tiene sus patentes y la construcción in-mold –de una sola pieza– está ganando terreno, junto con materiales como el grafeno. Todo esto nos hará variar el precio final que puede ir desde los 20 € de las gamas más bajas a los 600 € de las más altas.

Como en el caso de los cascos de moto, en bicicleta también debemos buscar la homologación, siendo la certificación EN1078 el estándar para la Unión Europea. La eficacia de un casco podrá depender de si está o no homologado.

Medida del casco

Generalmente, existen tres medidas de cascos, que pueden variar según el fabricante, aunque por lo general serán similares a estas:

S/M: Entre 52 y 54 cm

M/L: Entre 55 y 58 cm

L/G: Entre 59 y 62 cm

Para saber cuál es nuestra medida adecuada, bastará con medir la circunferencia de nuestro cráneo a la altura de la frente, ya que esta será la posición donde irá colocado el casco.

El casco debe ajustarse a la cabeza de manera cómoda y evitando el balanceo. El sistema de ajuste y las correas harán el resto para adaptarlo a nuestro cráneo. Deberá quedar a unos dos dedos de nuestras cejas, permitiendo una buena visibilidad y asegurando protección. El correcto ajuste de las correas será primordial para evitar incomodidades y movimientos del casco.

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Ajuste del casco

Existen diferentes tipos de sistemas de ajustes, entre los que cabe diferenciar el ajuste occipital, el vertical y el yugular. Estos cierres serán por hebilla –por clip o magnéticos son los más comunes– para el yugular o por sistema de rueda en el caso del ajuste occipital, aunque para este también existen otros estándares como el sistema BOA, accionado mediante un dial circular o las hebillas micrométricas.

El casco debemos ajustarlo de manera que nos sea cómodo y no se nos clave a la cabeza ningún elemento. Es hasta cierto punto normal que nos quede alguna marca de las esponjas en la frente (estas pueden cambiarse por otras en caso de ser necesario), pero se debería evitar que nos apriete en exceso.

Cuidados del casco

Como en el caso de los cascos de moto, es conveniente un correcto almacenaje de estos. Evitar temperaturas extremas –un balcón no es el mejor lugar para guardarlo–, posibles deformaciones o exposiciones a la suciedad en su almacenamiento, son factores a tener en cuenta para alargar la vida de nuestro casco. Las espumas suelen ser desmontables y lavables, mientras que el resto se debe lavar únicamente con agua y jabón para evitar desperfectos.

Deberá cambiarse el casco en caso de impacto fuerte, para evitar la pérdida de efectividad.