Del Mediterráneo al Cantábrico: el RACC HolaBICI Team completa la Transpyr 2025

Transpyr

925 kilómetros, más de 17.000 metros de desnivel y siete días consecutivos de trayecto. Estas son las cifras que resumen lo que es cruzar los Pirineos en bicicleta desde Roses hasta Irún, en el recorrido ideado este año por la organización de la Transpyr para su modalidad Backroads. Una aventura que el RACC HolaBICI Team ha podido vivir de cerca, ya que seis de sus integrantes han logrado la hazaña. 

La mañana del 8 de junio, Meritxell Sabaté, Cristina Borrás, Miriam Vilar, María Navío, Marta Romero y Mireia Rodríguez comenzaban una experiencia desde el Mediterráneo hasta el Cantábrico que, sin saberlo, iba a estar marcada por las altas temperaturas.


Subir puertos muy largos con demasiado calor ha sido lo más duro para mí”, señalaba Mireia. “Venía concienciada a tener temperaturas bajas y no tenerlas ha sido mentalmente duro”, coincidía Miriam. No obstante, la lluvia hizo acto de presencia en su último día siendo un desafío también para Marta, una de nuestras ciclistas: “Hace un año me caí en mojado y me ha costado mucho volver a coger la bici en estas condiciones. Salir con lluvia, para mí, es duro psicológicamente porque me para. Pero llegar a la meta fue un logro”.

Y es que más allá de pedalear, la Transpyr se convierte en un gran reto, en el que cada uno intenta superarse y poner de manifiesto que el estado físico es importante, pero también donde sale a relucir la fuerza mental. María Navío fue una de las nuestras que más sufrió la primera etapa, de Roses a Camprodón, ya que ese día, dice, sintió miedo y ansiedad, pero está orgullosa de haber podido revertir la situación y disfrutar del resto de etapas. “Estar en la Transpyr me ha demostrado, una vez más, que soy capaz de muchas cosas”. “Me ha ayudado a conocerme a mí misma y a saber que si me propongo algo puedo hacerlo”, han destacado Miriam y Mireia, respectivamente. 

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Poniendo todo el esfuerzo en una balanza, las integrantes del RACC HolaBICI Team se quedan con lo positivo de la experiencia. “Ha habido dolor, pero también satisfacción, superación y desconexión”, señalaba Meritxell Sabaté, quien también disputó la prueba el año pasado. Ella ha destacado la etapa 5 como la más disfrutada, por haber podido rodar viendo los paisajes de Broto y Ordesa. Para Mireia, el mejor tramo fue el valle de Zuriza, mientras que María recordará para siempre la bajada del Port del Cantó y la subida del Col d’Ispéguy. Nuestras ciclistas también quedaron impresionadas con los paisajes de la etapa 3, en especial con la subida a Taüll. Marta no tiene duda de que ese día, pese a ser la etapa reina, fue el que más disfrutó ya que se siente cómoda subiendo puertos largos y constantes. 

Libertad y felicidad, las sensaciones de la Transpyr

Pese a la dureza que exige esta prueba, las seis integrantes del Team han coincidido en sus sensaciones al completar los siete días por los Pirineos. Todas ellas han resaltado la libertad y felicidad que sienten cuando se suben a la bici y comienzan a pedalear. “La bici me da mucha libertad porque me siento como un pajarillo volando entre las carreteras”, describía Marta. “He sido una privilegiada por poder vivir y experimentar esto”, decía María. Por su parte, para Mireia la felicidad también ha tenido nombre propio, el de sus compañeras, con las que ha podido rodar y compartir la experiencia, ya que, en sus propias palabras, “esta historia, compartida, siempre es mejor”. Las seis han estado juntas en la carretera y también fuera de ella, ya que la aventura se completaba viviendo los siete días en una autocaravana Roadsurfer. El mejor momento era por la mañana: “Echo de menos la vida de cámper: despertarme cada día, hacerme mi café, abrir la puerta y ver las montañas. He sentido paz en estos momentos”, apunta Rodríguez. 

Una temporada de retos

Completar la Transpyr era uno de los grandes retos de 2025 para el equipo, pero no ha sido el único. Hace unas semanas, algunas de nuestras ciclistas dejaban el asfalto, superficie a la que están acostumbradas, para adentrarse en las dunas de la Titan Desert Marruecos, consiguiendo un doblete en la categoría Dueto Femenino.

Son pocas las mujeres que participan en este tipo de pruebas, pero cada vez la presencia femenina es mayor. Y es que la pasión por la bici no entiende de género, solo de superación, esfuerzo y satisfacción personal al ver que la meta de una prueba es solo la puerta de inicio hacia una nueva aventura. 

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