En paralelo, ideó con David Saiz, otro español apasionado de las bicis y la sostenibilidad, el proyecto ‘¡Quiero una bici!’, cuyo objetivo es traer a España bicicletas holandesas que suelen quedar abandonadas en un país donde el recambio es permanente.

Aunque parezca raro, esto ocurre a diario en Holanda, y las bicis abandonadas son tantas que las autoridades del país las recogen periódicamente y han creado un sistema de subastas para entregarlas a talleres que las arreglan y las revenden en lotes para asegurarles una segunda vida.

Mientras tanto, en España, con el desconfinamiento, se agotaron las bicicletas y no había manera de conseguir una, así que Ana y David armaron este proyecto. Ya han superado las 1.200 bicis repartidas en distintas ciudades españolas.

‘¡Quiero una bici!’ ha repartido más de 1.200 bicicletas holandesas por toda España.

Las bicicletas holandesas que ofrecen son de segunda mano pero están en perfectas condiciones, e incluso algunas de ellas recién pintadas. Son realmente cómodas y robustas. Tienen freno contrapedal, manillar para conducir con una posición vertical, marcha única (ideal para entornos planos), cubrecadenas que evitan manchas de grasa en los pantalones para los que necesitan llegar impecables al trabajo, guardabarros y portabultos.

«Hace años que estoy interesado en colaborar con las políticas que estimulen ciudades más sanas, amigables y activas. Por eso colaboro con distintos proyectos: De la Frontera al Corazón, En Bici al Cole, Bikes For Our Planet, 30 Días en bici y ahora este que he creado con Ana, muy orientado a fomentar el uso de la bici urbana», apunta Saiz Camarero.

«Hace años que estoy interesado en colaborar con las políticas que estimulen ciudades más sanas, amigables y activas» David Saiz, ‘Quiero una Bici’)

«Moverse en bicicleta de forma segura debería ser un derecho en cualquier lugar del mundo» , dice Ana. «Este proyecto busca que cada vez sean más las personas que tomen esa decisión saludable para el medio ambiente. Un buen primer paso es borrar de la mente colectiva el prototipo de ciclista habitual: un hombre de aspecto deportista conduciendo una bicicleta cara y rápida. En Holanda, el 80% de la población se mueve en bici, y la gran mayoría son mujeres».

«Estas bicis no se fabrican mucho en España porque el sector no apoya como debería la movilidad urbana», sostiene Ana. «Con este proyecto le damos una segunda vida a un bien que se convertiría en un residuo del que es difícil deshacerse y le ahorramos ese problema a nuestro querido y maltratado planeta», agrega.