Seguros para bicicletas: no son obligatorios pero sí recomendables

Un ciclista prevenido vale por dos. Nadie está exento de accidentes, robos o averías en sus rutas o desplazamientos diarios. Para que no se conviertan en un dolor de cabeza, más vale estar bien cubierto. Hay ofertas de todo tipo pero, ¿Qué necesitas? ¿Qué coberturas te vendrían bien? ¿Cómo debes candarla para que te cubra el robo? Aquí te ofrecemos algunos detalles claves.
¿Conviene un seguro para ti y para tu bicicleta? Primero vale la pena aclarar que no es obligatorio todavía, pero lo cierto es que es muy recomendable. Siempre es bueno estar protegido ante posibles riesgos: una caída, un choque o cualquier otro tipo de accidente en ciudad o carretera, un daño, una avería, un robo… Aunque sólo sea por si provocas un arañazo a otro vehículo o se rompe un espejo retrovisor. ¿Por qué no?
Aunque hay algunas compañías en España que empiezan a tener disponibles productos específicos para ciclistas, lo cierto es que pocas aciertan realmente con las necesidades que puede llegar a tener una persona que se desplaza en bicicleta.
Por lo general, las compañías ofrecen un capital máximo asegurado que se determina en función del precio de compra de la bicicleta. Las aseguradoras suelen pedir la factura de la compra antes de formalizar el contrato para comprobar que el capital asegurado es real. Y una vez determinada esa cantidad, fijan las cláusulas. La cobertura de material suele tener en cuenta sólo el cuadro de la bicicleta. La rotura de una rueda, del manillar o del sillín de forma aislada, por lo general no está incluida.
También es importante prestar atención a las cláusulas que se refieren a las causas y el contexto del accidente. Muchas compañías excluyen la competición y las pruebas deportivas, haciéndose cargo de todo sólo en caso de siniestros durante los usos recreativos. Tampoco se cubren accidentes si hay pruebas concretas de incumplimiento del código de circulación o de prácticas que se consideren “temerarias” del ciclista. Otro detalle a tener en cuenta: el desgaste de los componentes por el uso intensivo de la bicicleta no suele formar parte de las coberturas.
Las coberturas más comunes en España incluyen responsabilidad civil, asistencia fuera de casa, daños, robos, defensa jurídica y gastos médicos.
Como en el resto de pólizas, cubre los daños materiales y personales ocasionados a terceros en un accidente del que seas responsable. El capital asegurado suele ser bastante elevado (más de 50.000 euros). Es muy importante tenerlo presente antes de formalizar cualquier contrato con un seguro. La cobertura de responsabilidad civil se encarga, por ejemplo, de responder si tenemos un percance con un peatón: asesoría legal y costes de un abogado. Naturalmente, como comentábamos, quedan excluidos los accidentes provocados por incumplir normas de circulación vigentes o por superar las tasas de alcoholemia y de fármacos permitidas.
Por ejemplo, RACC HolaBICI ofrece una interesante gama de cuatro productos diferentes, dependiendo de las necesidades o coberturas que puedas tener. Incluyen asistencia mecánica, sanitaria y seguro de hasta 150.000€.
El más sencillo y económico, por 21€ al año, es el denominado BICI BASIC. Un seguro de hasta 30.000€ de responsabilidad civil, así como la asistencia jurídica por conflicto con terceros y atención sanitaria telefónica las 24h.
El denominado BICI, de 41€ anuales, suma al anterior la asistencia mecánica de la bici en España y Andorra, así como los gastos médicos derivados del siniestro hasta 600€.
Si quieres un puntito extra a todo lo anterior, te recomendamos el BICI PLUS, que por 83€ al año aumenta el seguro hasta 150.000€ y contempla la asistencia sanitaria urgente de hasta 600€ en España y 6.000€ en Europa.
Por último, RACC HolaBICI tiene un producto específico más enfocado a los profesionales y de uso deportivo de la bicicleta llamado SPORT que supone 106€ al año, pero aumenta tus coberturas a terceros hasta 50.000€, la asistencia sanitaria con gastos médicos hasta 30.000€ en todo el mundo y hasta 5.000€ en España, dependiendo del centro. Lo bueno de SPORT es que incluye un seguro de robo de equipaje de hasta 1.200€.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de compañías determinan una póliza inicial que el asegurado deberá abonar en caso de provocar un accidente. La cuantía de esas pólizas varía entre los 150 o 200€ y suelen hacerse cargo del resto en caso de que la cifra demandada sea más elevada.
Si quieres asegurar tu bicicleta en caso de robo, deberás conservar la factura original de compra.
¿Qué pasa en los casos de robo? Algunas compañías ofrecen seguros a medida que pueden incluir una cláusula añadida relativa al robo. Recuerda que necesitarás la factura original de la bicicleta. Evidentemente, el precio aumenta, pero merece la pena. Es fundamental prestar atención a la letra pequeña del contrato. Es usual que se cubran los gastos de reparación, en el caso de que durante el robo, tu bici haya sufrido daños por vandalismo, pero la bicicleta tiene que estar sujeta a algún elemento fijo mediante un candado homologado. Y demostrarlo no siempre es simple, aunque puedes acostumbrarte a hacerle una foto a tu bici cada vez que la candes. Cuando compres un candado, asegúrate de que es uno de los admitidos por tu compañía de seguros.
La asistencia sanitaria es muy variable, dependiendo de los criterios de las diferentes aseguradoras. Algunas asumen gastos médicos, farmacéuticos y de posible hospitalización en caso de accidentes (los seguros más completos llegan a asumir hasta los gastos de cirugía estética o plástica destinada a disimular marcas o cicatrices derivadas de esos accidentes) y otras sólo cubren los gastos asociados a terceras personas implicadas. Casi todas contemplan una indemnización en caso de fallecimiento o invalidez permanente. Es bueno aclarar que los ciclistas que dispongan de la licencia federativa en vigor pueden contar con las coberturas médicas ofrecidas por las federaciones autonómicas en caso de accidentes.
Muchas pólizas incluyen asistencia en viaje gratuita (rescate en caso de pérdida en la montaña, traslado medicalizado desde el lugar del accidente hasta el centro hospitalario más cercano, por ejemplo). Y la mayoría extienden su cobertura más allá de territorio español, algo que los viajeros deben sin dudas chequear a la hora de firmar el contrato.
¿Y tú? ¿Tienes un seguro de bici? ¿Se te ha pasado por la cabeza?