Las motos son una de las formas más cómodas de transporte para el día a día y para el tiempo libre. Conllevan muchas ventajas y algunos inconvenientes, pero, por regla general, las primeras superan a los segundos. Como en cualquier vehículo, su mantenimiento es clave para garantizar la seguridad de los ocupantes ante imprevistos indeseados, siendo fundamental para alargar su vida útil y evitar averías.

Pero ¿qué mantenimiento debemos hacerle? Generalmente, estas dudas nos las resuelve el mismo fabricante, dándonos unos plazos para las revisiones, según tiempo o kilometraje. Y debemos ceñirnos a ellos para no perder la garantía en caso de haberla comprado nueva.

Una limpieza frecuente, el engrasado correcto de la cadena cada 500 a 1.000 km (anticipándose si se circula con lluvia o por caminos) o comprobar la presión del aire de los neumáticos y los niveles de aceite y de líquido refrigerante son revisiones básicas que debemos hacer a diario. Otras verificaciones diarias deben ser la comprobación completa de los frenos, las luces, el claxon, la batería, la dirección y las suspensiones.

Según los fabricantes, cada 3.000 a 5.000 km se debe realizar la sustitución del aceite y el filtro y comprobar la tensión de la cadena y el estado del dibujo de los neumáticos. Cada 10.000 a 15.000 km, hay que sustituir el filtro del aire, revisar las bujías y el sistema de encendido, comprobar la refrigeración (si es por líquido) y cambiar el líquido de frenos.

Cadenas desgastadas por no tener la tensión correcta, frenos cristalizados o gastados, baterías en mal estado, pérdidas de presión en las ruedas, problemas eléctricos o fugas de aceite son averías comunes que se pueden prever con tan solo prestar un poco de atención a nuestra moto. En caso de duda, se debe acudir siempre a un taller de confianza para solventar el posible problema.

¿Qué nos aportan las revisiones?

1. Mayor seguridad

El buen estado de todos los componentes nos permitirá circular con una mayor seguridad, reduciendo el riesgo de accidentes. El correcto mantenimiento evitará fallos de los componentes por desgaste o rotura.

2. Se alarga su vida útil

Un mantenimiento correcto del motor y del resto de componentes alargará la vida de los mismos, con el consecuente ahorro económico que nos supondrá a la larga.

3. Mejor rendimiento

Con las revisiones reduciremos el consumo de combustible y la fricción entre elementos y, en general, ganaremos eficiencia ante todo tipo de situaciones: aceleraciones, frenadas, etc.

4. Prevención de averías

Obviamente, si mantenemos la moto al día, el riesgo de averías será menor. La sustitución cuando toca de los componentes de desgaste nos ahorrará muchos dolores de cabeza. 

5. Mayor precio de venta

Como en el caso de los coches, un libro de revisiones al día o un historial de mantenimiento darán más valor a nuestra moto.

Albert San Andrés para RACC.