¿Es legal llevar una cámara en la moto?

Se acerca la mejor temporada del año para viajar en moto, el verano. La ausencia de lluvias, las vacaciones y el buen tiempo invitan a coger la moto y recorrer las carreteras. Además, la proliferación en redes sociales de vídeos y fotos de paisajes espectaculares y carreteras de ensueño ayudan a fantasear con la idea de pasar las vacaciones sobre ruedas. Seguro que ya tienes alguna ruta guardada y tan solo te falta decidir cuándo salir.
Y es que, cada vez más viajeros optan por inmortalizar sus viajes con cámaras de acción porque además, en el caso de los moteros, es bastante fácil conseguir planos espectaculares con cámaras instaladas en la moto, pero seguro que alguna vez te has planteado si es legal llevar una cámara en el vehículo.
Las cámaras son cada vez más habituales en los coches, en los que, con la finalidad de detectar somnolencia por ejemplo, la Unión Europea ha establecido para todos los fabricantes la obligación de incluir ‘dash cam’ en los modelos homologados desde 2022 y los que se vendan a partir de 2024. Sin embargo, en las motos la normativa no ha llegado ni mucho menos a esos extremos. No es una respuesta sencilla por tanto, porque incluye varios supuestos, pero sí hay formas de colocar la cámara en la moto para poder grabar sin problemas ni tener que lamentarlo después.
¿Qué dice la normativa sobre llevar una cámara en la moto?
En primer lugar, debemos tener claro que no existe una norma que lo prohíba directamente, por lo tanto, las cámaras en los vehículos están viviendo por el momento en una especie de limbo legal en el que sí se han determinado algunas situaciones en las que no son legales.
De este modo, partiendo de la base de que llevar una cámara no es ilegal, la forma en que la acoplamos al vehículo podría ser la clave. En ningún momento la cámara debería estar instalada en una posición que pueda distraer al conductor o reducir la visibilidad. De este modo, vemos que su legalidad se convierte en una valoración algo subjetiva pero para evitar problemas, deberíamos evitar que el dispositivo tape de algún modo el cuentakilómetros, los retrovisores o se levante por encima de los ojos. En las motocicletas, la posición más recomendada para acoplarla es en la base de los retrovisores, el manillar (lejos de los controles y el cuentakilómetros), o en las agarraderas traseras de las maletas.
Existen diferentes sistemas de montura y soporte en función de la cámara que estemos utilizando pero por ejemplo, una de las más versátiles y habituales es un agarre en forma de pinza que puede fijarse a las barras y estructuras mediante una palometa que nos permite abrir y cerrar la presión de la pinza para engancharla.
Además de su colocación, otro aspecto clave para no concurrir en ilegalidades es cómo la manejamos. La cámara o el dispositivo, no puede manipularse mientras se esté circulando y en este caso, además, sí que existe una normativa al respecto que determina qué multas podrían aplicarse en caso de ser detectado su uso en marcha. La Ley de Tráfico y Seguridad Vial estipula una multa de 200 euros y la retirada de 6 puntos en el carnet de conducir en caso de que eso ocurra.
Sin embargo, existen mandos a distancia que podrían facilitar mucho las tareas de grabación. Con un simple aplique en el manillar, cerca de la piña de la moto con la que controlamos los intermitentes o el claxon, podemos controlar por bluetooth las funciones de grabación y captura de la cámara, pero en la mayoría de casos, son accesorios que deben comprarse a parte.
Por otro lado, si te estás planteando llevar la cámara en el casco, deberías tener en cuenta algunas consignas que se desprenden de la normativa actual. De nuevo existe un limbo legal en el que quedaría su legalidad sujeta a la interpretación.
Entonces, ¿es legal llegar una cámara de vídeo o fotos en la moto?
Como tal, llevar una cámara en el casco no está prohibido, pero, y aquí está el gran condicionante, sí existe una normativa que determina cómo deben ser los cascos. Para ser permitidos por la norma de circulación española, los cascos deben estar homologados, y eso implica que no se puede modificar de ningún modo la estructura del casco. En este sentido, aunque acoplar una cámara no parece una modificación sustancial, sí podría variar la geometría del casco y evitar que ciertas partes destinadas a la protección del conductor desarrollen correctamente sus funciones.
Ahora que sabes cómo grabar imágenes legalmente en la moto, tan solo te queda montar tu dispositivo correctamente y lanzarte a recorrer esas carreteras de película. Eso sí, el uso que le des a esas imágenes también podría tener ciertas limitaciones conforme a la Ley de Protección de datos, pero eso es un tema del que preocuparse más tarde. Por el momento… ¡A disfrutar!