Más formación en circulación urbana para los ciclistas
Por: RACC Blog
A pesar de que cada vez más usuarios de bicicleta en Barcelona saben cómo circular, un 38% admiten desconocer la normativa (en el 2019 eran un 45%), por lo que la formación es una asignatura pendiente. Esta es la principal conclusión del Barómetro RACC del Ciclista Urbano en Barcelona, que llega ya a su tercera edición.
El 3r Barómetro RACC del Ciclista Urbano en Barcelona ha analizado los hábitos de los ciclistas (a través de más de 11.000 observaciones y de 600 encuestas) y ha concluido que, aunque la bicicleta sigue ganando posiciones, la ciudad aún deberá recorrer diversas etapas para favorecer la convivencia entre los diferentes medios de transporte y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.
El uso de la bici continúa creciendo
La buena noticia es que en los últimos años muchos barceloneses se han animado a sacar sus bicis de los balcones y trasteros, para hacer uso de un medio de transporte que protege la calidad del aire de la ciudad y aporta rapidez a los desplazamientos. En cambio, en algunos aspectos la bicicleta parece ir a rebufo, sobre todo debido a la inseguridad generada por los vehículos de movilidad personal, que han irrumpido con fuerza en la ciudad y que conviven en el mismo espacio urbano, afectando especialmente a uno de los colectivos más vulnerables: los peatones.
Asimismo, los ciclistas apuntan que los vehículos de motor les siguen generando mucha inseguridad (un 60% afirman que se sienten vulnerables), sobre todo tras concluir la moratoria que les permitía circular por las aceras. Con todo, el dato más llamativo es que todavía el 38% de los ciclistas barceloneses admite desconocer la normativa de circulación de la ciudad, aunque, paradójicamente, el 87% declare que cree conducir correctamente.
Principal prioridad: más formación
Actualmente, casi cuatro de cada diez ciclistas parecen interpretar que para pedalear por Barcelona es suficiente con detenerse frente a los stops y los semáforos en rojo. En cambio, ignoran en qué circunstancias es posible circular por la acera o si es obligatorio tener timbre (respuesta correcta: sí, el timbre es obligatorio).
Por este motivo, la recomendación del RACC para frenar los accidentes de tráfico entre el colectivo ciclista y mejorar la convivencia entre todos los que circulan por las calles es fomentar el conocimiento de la normativa de circulación de los ciclistas y también de los usuarios de patinetes. Sobre todo entre los más jóvenes, muchos de los cuales no han cogido nunca antes un coche o una moto y han pasado del transporte público a circular en bicicleta o patinete sin tener experiencia previa en el mundo de la conducción. El 87% de los encuestados indica mostrarse de acuerdo con esta medida.
Otro aspecto a mejorar entre los ciclistas es el uso del teléfono móvil: uno de cada cuatro confiesa utilitzar su dispositivo al desplazarse, especialmente los menores de 30 años. Aún mayor es el uso de auriculares: más de la mitad de los jóvenes que van en bici (un 55%) reconocen pedalear con los cascos puestos. Otro dato importante es que el 13% de los ciclistas han sido multados en alguna ocasión.
Perfil del ciclista barcelonés
El retrato robot del ciclista en Barcelona muestra a una persona de 21 a 30 años (el 35% de los hombres y el 37% de las mujeres se sitúan en esta franja de edad) que utiliza la bici para ir a trabajar (65%) o estudiar (27%). La mayoría (63%) realiza un único viaje de ida y vuelta al día, generalmente de entre 10 y 20 minutos de duración. Su principal motivación (34%) es hacer ejercicio, seguida de la rapidez, el ahorro económico y la posibilidad de desconectar (28%). El 88% deja la bici en casa por la noche y solamente un 10% lo hace en la calle.
El coronavirus ha conllevado una menor movilidad, particularmente los días laborables, y ha originado que el mayor volumen de ciclistas se concentre en los fines de semana y festivos. Aun así, desplazarse en bici continúa siendo una opción muy minoritaria, ya que solo representa el 2,6% de las etapas (es decir, de las partes en las que se puede dividir un desplazamiento completo) que se realizan a diario en la capital catalana. Barcelona todavía no es bicicleteable al 100%.
Pese a disponer de 1.509 km de viales, la experiencia acumulada en muchas ciudades europeas sugiere que, para poder convivir pacíficamente diferentes tipos de vehículos, es condición sine qua non conocer las normas de circulación, disponer de infraestructuras seguras, conectadas e intuitivas, y anteponer la seguridad de los colectivos más vulnerables.
Más formación y un carné para los ciclistas, las propuestas del RACC
La bicicleta se está consolidando como un medio de transporte cotidiano en la ciudad, pero el 38% de los ciclistas reconocen no tener conocimiento de la normativa de circulación. Por ello, Josep Mateu, presidente del RACC, propone la necesidad de una formación específica gratuita para ciclistas y usuarios de patinetes que no tienen experiencia previa como conductores, así como de un carné de conducir similar al “titulín que había en la náutica” y que demuestre un buen conocimiento de las señales y las normas de circulación urbana. La propuesta ya ha sido trasladada a la Dirección General de Tráfico (DGT) y al Ayuntamiento de Barcelona.
El RACC, con la bicicleta
En los últimos años, el Club ha desplegado diferentes iniciativas relacionadas con la bicicleta. A través de la comunidad on-line HolaBICI fomenta la cultura de la bicicleta en la ciudad. También dispone de los Punts Bici, una red gratuita de estaciones de autorreparación de bici en las estaciones de FGC de Barcelona y otros municipios. Asimismo, ha creado la Bicipedia, la primera enciclopedia virtual de e-bikes. También promueve CityTrips, la app que reúne toda la oferta de transporte público y de vehículos compartidos, así como los carriles bici y los estacionamientos disponibles. Y, para acabar, ofrece la mejor asistencia sanitaria, mecánica, jurídica y de responsabilidad civil a los ciclistas por medio de nuevas modalidades del carné del RACC.
Fuente: Revista RACC por Toni Aparisi