Seis hábitos para mejorar nuestro bienestar

Vivimos en un mundo donde las prisas y el ritmo frenético a menudo nos hacen descuidar lo esencial: nuestro bienestar. Adoptar hábitos sencillos y positivos es más fácil de lo que creemos y, además, nos aportará beneficios tanto a nivel físico como mental.

Estos son algunos de los cambios que puedes incorporar poco a poco en tu vida para mejorar tu bienestar:

1. Cuidar la alimentación 

¿Cuántas veces habremos escuchado eso de “eres lo que comes”? Y es que lo que ingerimos afecta nuestra salud física y mental. Mantenernos hidratados, reducir las bebidas azucaradas y evitar los productos procesados nos ayudará a cuidar nuestro cuerpo. Además, si incorporamos una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, con proteínas de calidad y grasas saludables (pescado azul, aguacate, frutos secos…), mantendremos la energía y concentración a lo largo del día. 

2. Hacer ejercicio

Más allá de mantenernos en forma, es una manera de trabajar nuestra salud mental. Realizar actividad física libera endorfinas, lo que reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.

El ejercicio se debe practicar regularmente y no tiene por qué ser de alta intensidad: caminar y hacer yoga o pilates son alternativas que están al alcance de cualquier condición física. Además, estas actividades contrarrestan los hábitos de vida sedentaria que solemos tener por trabajo, ayudándonos a movilizar y fortalecer la musculatura y tomar conciencia de la importancia de mantener una buena postura corporal. 

3. Dormir y descansar

Cuerpo y mente se regeneran mientras dormimos. Por eso, tener una buena noche de descanso influye en cómo nos encontramos emocionalmente, en nuestra concentración y en la memoria. 

Según algunos estudios, un sueño de calidad también ayuda a prestar más atención, a tomar decisiones, a ser creativos y a tener una mayor capacidad para resolver problemas

Es importante establecer rutinas de sueño, dormir entre 7 y 9 horas y evitar el uso de pantallas al menos 30 minutos antes de acostarse.

4. Relacionarse socialmente

Los seres humanos somos seres sociales, por lo que necesitamos estar en contacto con otras personas. Pero no todas sirven: las relaciones sociales nos deben aportar salud emocional y, para ello, debemos rodearnos de personas positivas, que nos valoren y nos inspiren. 

5. Autocuidado

Del mismo modo que es fundamental relacionarse, también lo es no olvidarse de uno mismo. Esto se puede conseguir reservándote unos minutos al día para hacer actividades que te gusten y relajen, como leer, pintar, practicar deporte o, simplemente, sentarte a descansar.

6. Cuidar la salud mental

Hablar de salud mental está dejando de ser un tabú. Es un pilar clave del bienestar y nos afecta en cómo actuamos y cómo nos relacionamos.  Cada vez son más las personas que sufren estrés o ansiedad y saber cómo gestionarlo también es cuidar nuestra salud mental. Por eso, si se detectan, se pueden aplicar técnicas para reducirlos. Entre los consejos más habituales están mantener una respiración consciente o practicar una pequeña relajación. Así pues, con la meditación o el mindfulness  podemos calmar la mente y reducir la ansiedad.

Sin embargo, hay casos en los que es necesaria la ayuda de un profesional para expresar lo que sentimos y recibir las pautas o tratamientos adecuados para cuidar nuestra salud emocional.

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