perro o gato se encuentra mal

Tu mascota es mucho más que un animal, es tu inseparable compañero. Conoces cómo se mueve, puedes intuir cómo te va a mirar o si se va a dormir. Por eso, cuando cambia su actitud, es normal que te preguntes si está enfermo o solo es algo puntual. 

Estar pendiente de estas señales es clave para poder prevenir enfermedades graves. En este artículo vamos a explicarte cómo saber si tu perro o gato se encuentra mal y en qué momento debes pedir una cita médica. 

El cuerpo habla: señales físicas de alerta

Aunque los animales no hablan con palabras, sí se comunican a través de sus gestos o cambios físicos.

Uno de los síntomas más claros de que el animal no se encuentra bien es la pérdida de apetito o alteraciones en sus hábitos alimentarios, siempre y cuando esto se prolongue en el tiempo. La consecuencia de no comer es que tu perro o gato acusará una pérdida de peso. Detrás de esto puede haber una enfermedad digestiva, una situación estresante o incluso una enfermedad cardiovascular.

Asimismo, las enfermedades digestivas, las alergias o los problemas hormonales también se pueden manifestar a través de su pelaje, con un pelo quebradizo o con una caída excesiva. 

También es importante observar si el perro o gato estornuda continuamente, o si presenta vómitos o diarreas persistentes, señales habituales de infecciones respiratorias o gastrointestinales.

Por último, en lo que se refiere a señales físicas, la movilidad también nos habla de su salud. Si el animal es mayor, es normal que sus movimientos sean más lentos o que incluso presente problemas articulares. Y aunque no hay que normalizarlo, debemos ser conscientes de ello, pues estas dolencias son menos usuales en los animales más jóvenes. Nuestra recomendación es acudir al veterinario para descartar lesiones, infecciones o parásitos. 

Cambios en su comportamiento

Además de lo que vemos, hay algo también muy importante de percibir: cómo se comporta el perro o gato. Su comportamiento es su verdadero lenguaje. Y es que estas mascotas, por instinto, no suelen mostrar su dolor de manera evidente, pero sí que lo pueden llegar a hacer con cambios, sutiles o no, de comportamiento. Algunos de ellos son:

  • Mostrar apatía: especialmente si el animal es activo y se muestra pasivo.
  • Cambios en el sueño: dormir en exceso puede ser una señal de que no se encuentra bien.
  • Conductas nerviosas: lamerse mucho, esconderse, temblar o mostrar inquietud son signos de malestar o de estrés.
  • Pérdida de interés a la hora de jugar.
  • Mostrarse más agresivo.

Cuando aprendes a interpretar su forma de expresarse, puedes adelantarte a cualquier malestar y ofrecerle el cuidado que necesita antes de que sea tarde. Porque, aunque muchos pequeños cambios pueden ser temporales, otros son la antesala de un problema de salud que requiere atención profesional.

Cuándo acudir al veterinario

Como hemos detallado, algunos problemas pueden ser temporales, pero otros no. Es por eso que, si observas que los cambios físicos y de conducta persisten más de dos días, es recomendable ir a una clínica veterinaria.

Además, deberías acudir inmediatamente si pierde la energía repentinamente, acusa dolor intenso al moverse o muestra problemas respiratorios

La tranquilidad de tener ayuda

Los propietarios de mascotas normalmente se enfrentan al desconocimiento y tener a alguien al lado que les oriente aporta una enorme tranquilidad.

Con la cobertura de salud de RACC Mascotas, puedes ponerte en contacto con veterinarios cuando lo necesites, resolver dudas sobre síntomas inesperados y actuar rápido antes de que el problema se agrave. Es un apoyo que te ayuda a tomar decisiones informadas y a ofrecer a tu mascota el bienestar que merece.

Redactora en RACC Blog. Periodista y comunicadora audiovisual con una década de experiencia en medios de comunicación tradicionales que ha dado el salto a la comunicación digital.
Aficionada al motorsport e interesada en la nueva movilidad, ahora indago y escribo sobre estos y otros temas en el blog.