
¿Te imaginas pedalear por los mismos tramos adoquinados que han marcado la historia del ciclismo? Eso fue exactamente lo que sentí al llegar a Flandes: una mezcla de emoción, respeto y muchas ganas de rodar. Soy Miriam Vilar, integrante del equipo femenino RACC HolaBICI, y hoy quiero compartir contigo una experiencia que va más allá de la bicicleta: un viaje que huele a historia, a esfuerzo y a cerveza belga bien merecida.
Día 1. Llegada a Oudenaarde y primer contacto sobre ruedas
Nada más llegar a Oudenaarde desde el aeropuerto de Bruselas (a menos de 1 hora y media en tren), la emoción era palpable. A pesar del cansancio del viaje, teníamos claro que queríamos pedalear desde el primer minuto. Hicimos una ruta suave de 8 kilómetros para recorrer el centro histórico y sus alrededores en bici, algo perfecto para adaptarnos al entorno y sentir el espíritu ciclista de la región. Si tienes poco tiempo, te recomiendo muchísimo esta forma de visitar la ciudad: cómoda, rápida y con esa sensación mágica de estar rodando en Flandes.
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Día 2. Nuestra etapa reina, el reto del test del Flandrien Challenge
Este fue sin duda el día más épico de nuestra escapada: una ruta exigente, repleta de muros icónicos del Flandrien Challenge. Subimos el Koppenberg, el Paterberg, el Taaienberg y otros tantos nombres que ya son leyenda. Las piernas ardían y el corazón latía fuerte, pero cada tramo de adoquines merecía la pena.
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Aquí fue clave seguir una de las rutas planificadas por el Centro del Tour de Flandes. Desde su web puedes descargar directamente los recorridos en el GPS y así no te pierdes entre colina y colina. La organización y la señalización son impecables.
Día 3. Ruta suave y visita a Oudenaarde
Después del esfuerzo del día anterior, optamos por una ruta más ligera… ¡aunque en las Ardenas flamencas siempre hay muros! Rodamos con más calma, disfrutamos del paisaje y cerramos el viaje visitando Oudenaarde, una ciudad con alma ciclista y sede del Centro del Tour de Flandes. ¡No te olvides de visitar su museo!
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Fue un día ideal para pasear entre historia y bicicletas, recuperar fuerzas y disfrutar de una buena comida (con cerveza belga incluida, por supuesto).
Consejos prácticos si quieres vivir tu propia aventura
- Planifica tus rutas con antelación: entra en cyclinginflanders.cc y descarga las rutas oficiales. Están pensadas superbién, con distintos niveles y kilómetros, y te llevan por lugares emblemáticos.
- Alquila tu bici: te entregan una bici lista para rodar, con herramientas incluidas y ajustada a tu medida. Evitas el lío de transportarla en avión.
- Prepárate para todo tipo de clima: en tres días tuvimos sol, lluvia y frío, así que ropa técnica en capas y mentalidad abierta. ¡Forma parte de la experiencia!
- Consulta la web para saber dónde comer: nosotros descubrimos restaurantes geniales gracias a sus recomendaciones.
- No te vayas sin probar la cerveza belga: hay opciones con y sin alcohol, ¡y todas están buenísimas!
- Cuidado con los horarios para cenar: muchos sitios cierran la cocina a partir de las 17 h, así que ve pronto o reserva con antelación.
Cierra los ojos… y pedalea hacia Flandes
Volví de Flandes con la maleta llena de recuerdos, los gemelos más fuertes y el corazón aún en esos tramos empedrados donde el ciclismo se siente con intensidad. Si alguna vez has soñado con hacer una ruta de verdad, de esas que te ponen a prueba y te reconcilian con el pedaleo más puro, Flandes es tu lugar.
Entra en cyclinginflanders.cc, elige tu ruta y déjate llevar. Yo ya estoy pensando en volver, pero con el equipo al completo.
¡Nos vemos entre adoquines y cervezas!
— Miriam Vilar, ciclista del equipo femenino RACC HolaBICI
Créditos foto portada: © milo profi fotografie
