Países Bajos experimenta con los “carriles bici solares”

Además de estar destinados a facilitar la movilidad sostenible, estos carriles bici también cuentan con paneles solares que producen energía en el mismo espacio, aunando así dos efectos positivos en una misma infraestructura.
No hay ninguna duda al respecto: los países que tienen políticas de fomento al ciclismo urbano son los que mejor están solucionando sus problemas de transporte y de contaminación ambiental. La tradición del uso de la bicicleta en Países Bajos es conocida. Ámsterdam, aunque con algunos problemas derivados por el elevado número de bicicletas, es una especie de paraíso en ese sentido.
Ahora el estado neerlandés acaba de aprobar la construcción de carriles bicis solares con un doble objetivo: seguir fomentando la movilidad sostenible y apostar por la producción de energías renovables.
Los carriles bici solares que se están construyendo pegados a la carretera provincial N285, entre la A16 y Wagenberg, tendrán unos seiscientos paneles solares integrados en la capa superior de asfalto a lo largo de aproximadamente 500 metros.
Es una prueba piloto pequeña que, si funciona como se espera, servirá como modelo para futuras instalaciones de mayor capacidad y longitud. La ventaja de esta nueva técnica es el doble uso del espacio: para la movilidad y para la generación de energía solar que normalmente se implementa en lugares con espacio suficiente para instalar molinos de viento o paneles solares.
En las mediciones piloto de la infraestructura, durante un período de seis meses se generaron cerca de 3.000kWh, cantidad de energía suficiente para abastecer el hogar de una persona durante un año.
Los carriles bici solares forman parte de un proyecto más ambicioso llamado “Zon op Infra” (que traducido al castellano significa «Sol en infraestructura»), que tiene el propósito de unir esfuerzos de varias provincias de Brabante Septentrional, Holanda Meridional y Septentrional para invertir en este tipo de tecnologías.