Consejos para volver a coger el coche

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Por: RACC Blog

Después del confinamiento llega el momento de volver a usar el vehículo, pero ¿qué elementos debemos tener en cuenta?

La entrada en vigor del confinamiento ha dejado parados algunos coches durante más de 40 días, por lo que volver a ponerlo a punto será completamente necesario para evitar percances o averías que puedan ser molestas.

A continuación os presentamos diversos puntos básicos para hacer una revisión rápida. Recordad que en caso de duda siempre es recomendable acudir a un profesional cualificado.

Elementos que debemos tener en cuenta

Inspección visual:

Inicialmente, antes de intentar arrancar el vehículo, haremos una inspección visual del conjunto de este. Abriremos el capó delantero para comprobar que todo esté en correcto estado, revisando todos los componentes como manguitos, cables, correas y plásticos.

Batería:

La batería es el elemento principal a tener en cuenta en periodos largos de inactividad. Es lo que permite el arranque –entre otras muchas cosas– del vehículo. En caso de haber ido arrancando el coche con asiduidad para evitar su descarga, no tendremos ningún tipo de problema a la hora de iniciar la marcha, pero siempre es recomendable mirar su nivel de carga. Los vehículos, sobretodo los más modernos, siempre tienen un mínimo consumo de batería, por lo que la larga inactividad puede descargarla.

Lo más recomendable es conectar durante el tiempo de paro un cargador-mantenedor de batería, pero este es un aspecto que no siempre es posible, por lo que en caso de tener la carga agotada necesitaremos un arrancador de batería, elemento siempre más recomendable que conectarla a la de otro vehículo. Hoy por hoy, algunos vehículos las llevan protegidas para evitar la conexión entre coches, por lo que en este caso habrá que desmontar este sistema para conectarlo con los cables apropiados.

Si no tenemos ninguna de las dos opciones, desde el RACC se ofrece un servicio de cambio a domicilio de baterías, que nos sacará del apuro con una nueva. Si la batería está sulfatada, puede ser indicador de cambio, ya que su rendimiento y capacidad pueden verse afectados.

En el caso de que el vehículo arranque, deberemos tenerlo aproximadamente media hora en marcha para cargar suficientemente la batería, evitando acelerar hasta pasados cinco minutos, ya que el aceite motor queda alojado en el cárter por gravedad, por lo que deberemos esperar a que la bomba de aceite lubrique todo el motor por igual.

Neumáticos:

Los neumáticos son otro de los puntos críticos del coche. Durante la cuarentena, estos han podido perder aire, ya que la inactividad favorece una mayor pérdida de presión. Deberemos comprobar la presión e hinchar los neumáticos con las medidas indicadas por el fabricante, normalmente ubicadas en la puerta del conductor o en el maletero.

En periodos largos de inactividad siempre podemos hinchar por encima de lo indicado. Por ejemplo, si se deben hinchar a 2,9 bar, hacerlo a 3,1 nos dará cierto margen para evitar sorpresas desagradables.

neumático

También hay que revisar posibles deformaciones en el caso de una gran pérdida de aire o por pellizco con un bordillo. En este último caso revisaremos también si hay alguna raja en el neumático afectado que pueda plantearnos problemas de pérdidas de aire.

Líquidos y aceite:

La comprobación del nivel de los líquidos del vehículo es primordial, antes del arranque de este. El nivel de aceite y líquido refrigerante serán los más inmediatos, sin desmerecer el resto, como pueden ser el agua del limpiaparabrisas, el líquido de la dirección asistida o el de frenos. En el caso de rellenar alguno de los líquidos, siempre hay que respetar las medidas impuestas por el fabricante, teniendo en cuenta el nivel máximo de llenado. También es importante mirar debajo del coche por si hubiera pérdidas

Correas y gomas:

Comprobar el estado de tensión de las correas del vehículo –que pueden haberse deteriorado– nos evitará algún que otro susto tras un periodo largo de inactividad. En caso de pérdida de tensión será recomendable la intervención de un profesional para su arreglo o sustitución.

En el caso de las gomas, como pueden ser las de las puertas, maletero y limpiaparabrisas, comprobaremos que se encuentren en buen estado y no se hayan quedado pegadas. Existen en el mercado productos hidratantes para devolverles la hidratación, lo que evitará su deterioro.

Filtros:

Tras la inactividad, nunca está de más comprobar los filtros del vehículo para ver que estén en buen estado. El filtro del aire es recomendable limpiarlo en la medida de lo posible, sobretodo si el coche ha estado estacionado en la calle y, principalmente, sobre terreno de tierra. El del polen, como explicaremos en otro artículo, también es recomendable cambiarlo.

Elementos electrónicos:

Actualmente la electrónica es la dueña del funcionamiento en un vehículo. La comprobación de elementos electrónicos de este nos evitará la acumulación de suciedad en sus elementos mecánicos.

Los elementos más básicos son las ventanillas, el movimiento de los asientos (en el caso de ser eléctricos), retrovisores, aire acondicionado (del cual evitaremos que se resequen las juntas y la pérdida de presión), etc.

Caja de cambios y frenos:

Revisar la tensión del freno de mano y su correcto funcionamiento, así como el engranaje del cambio de marchas, elementos vitales del coche.

En el caso de estar estacionados en un parking privado, aconsejamos hacerlo sin el freno de estacionamiento, engranando únicamente una marcha, para evitar el pegado de las pastillas al disco y posibles averías. En el caso de hacerlo así, podremos calzar el coche para mayor tranquilidad.

Dejar una marcha engranada (en coches manuales), puede ocasionar la rotura de algún elemento de la caja de cambios en caso de golpe si el vehículo está estacionado en la calle. Como no siempre se puede optar por este método, en caso de desnivel deberemos engranar marcha y usar el freno de mano, por lo que es recomendable, al menos una vez por semana, mover el vehículo unos metros hacia delante o atrás para evitar que las pastillas queden pegadas al disco por la inactividad.

Es posible que durante el primer uso, los frenos emitan un sonido similar a rascar con papel de lija durante los primeros metros, debido a la suciedad. Esto lo solucionamos con frenadas suaves para recuperar la completa eficacia.

Limpieza:

Más adelante dedicaremos un artículo a la limpieza completa del vehículo, ya que es una acción de vital importancia para evitar posibles restos del virus.

En el momento de volver a arrancar nuestro coche, es recomendable una limpieza a fondo, tanto interior como exterior, para eliminar posibles focos de infección.

Filtro de partículas:

En vehículos diésel con quince años o menos, se incorporan los filtros de partículas. Para regenerarlos y conseguir la incineración de los restos sólidos de los gases, debemos circular entre las 2.000 y 2.500 rpm, durante unos 25-30 km.

Gasolina:

En el caso de los vehículos muy antiguos, es recomendable estacionarlos con el depósito lleno para evitar su deterioro, pero en los modernos evitar un llenado excesivo es prioritario.

La gasolina tiene una fecha de caducidad a partir de la que puede perder propiedades, aunque no es probable que la superemos en un periodo tan corto de tiempo como una cuarentena. Además, el combustible que repostamos no es el mismo en verano que en invierno, por lo que consumir el de invierno en periodo estival puede provocar averías en el coche.

La gasolina es una mezcla de diferentes sustancias mezcladas en proporción para conseguir un tipo de propiedad concreta. En invierno, se prepara con componentes de mayor volatilidad para favorecer una mayor vaporización, mientras que con tiempo caluroso se evita este aspecto. Por este motivo siempre es mejor no tener el depósito lleno y repostar en el periodo adecuado.

Ante cualquier problema con tu vehículo, el servicio de asistencia mecánica del RACC está a tu disposición. Sigue los consejos de Maurici Rius, mecánico de asistenica del RACC, en este directo: