La nieve es un entorno maravilloso, pero también puede ser imprevisible. Un descuido, una placa de hielo o un choque pueden derivar en un accidente en la pista. Aunque es imposible eliminar por completo el riesgo, sí puedes saber cómo actuar para protegerte a ti mismo y a los demás. Tener claro qué hacer en esos primeros minutos es clave para evitar lesiones mayores y garantizar una asistencia rápida. Además, contar con un buen seguro de esquí, como el de RACC, facilita aún más la gestión del incidente y asegura atención profesional inmediata.

Primeros pasos tras un accidente de esquí 

Evalúa la situación de forma segura 

Lo primero es mantener la calma. Si eres tú quien ha sufrido el accidente, intenta incorporarte lentamente si puedes mover brazos y piernas sin dolor intenso. Si no puedes moverte o notas dolor agudo, permanece en el suelo, evita forzar la postura y trata de hacerte visible. 

Si presencias un accidente, acércate únicamente si es seguro hacerlo. Evita ponerte en zonas ciegas de la pista o en lugares donde otros esquiadores puedan impactar contigo. 

 

Señaliza la zona para evitar nuevos accidentes 

Coloca los esquís en forma de cruz 

Una de las reglas básicas en montaña es señalizar un accidente para evitar que otros esquiadores choquen con la persona herida. Para ello, coloca los esquís o la tabla en forma de cruz unos metros por encima del accidentado. Esto actúa como aviso visual para quienes bajan por la pista. 

También es recomendable que un acompañante se sitúe a una distancia prudente por encima del herido haciendo señales al resto de esquiadores con los brazos o un bastón. 

 

Llama al servicio de rescate de la estación 

La forma más rápida de recibir ayuda profesional 

Cada estación de esquí cuenta con un equipo de pisteros o patrulla de rescate, preparados para actuar ante cualquier incidente. Cuando se produce un accidente: 

  • Llama al teléfono de emergencias de la estación (suele estar indicado en el forfait, mapas o carteles). 
  • Indica con claridad: 
  • Número de heridos 
  • Tipo de lesión aparente 
  • Nombre de la pista 
  • Puntos de referencia visibles 
  • No muevas al herido salvo que exista un riesgo mayor (avalanchas, caída en zona peligrosa, etc.). 

El rescate suele realizarse con camilla, moto de nieve o incluso helicóptero, dependiendo de la gravedad. 

 

Asistencia médica y seguro de esquí 

Una vez el accidentado llega al centro médico de la estación o es trasladado a un hospital, es fundamental contar con un seguro de esquí. Este tipo de pólizas cubren: 

  • Asistencia médica inmediata 
  • Traslados y evacuaciones 
  • Repatriación en caso grave 
  • Pruebas diagnósticas 
  • Reembolso de forfait y clases no disfrutadas 
  • Indemnización por lesiones 
  • Responsabilidad civil, en caso de haber causado daños a terceros 

Para los esquiadores habituales o quienes practican deportes de invierno cada temporada, el seguro de esquí de RACC aporta tranquilidad y respaldo sin letra pequeña, evitando gastos imprevistos que pueden superar fácilmente varios cientos o miles de euros. 

 

Qué no hacer en un accidente en la nieve 

Errores comunes que agravan la situación 

  • No intentes levantar al accidentado si sospechas lesión cervical, dorsal o pérdida de conocimiento. 
  • No retires el casco. Solo los profesionales deben hacerlo. 
  • No dejes la zona sin señalizar. Aunque vayas a pedir ayuda, alguien debe quedarse indicando el peligro. 
  • No minimices el dolor. Una lesión aparentemente leve puede esconder daños más serios. 

 

Saber actuar en un accidente de esquí es clave para minimizar daños y permitir una intervención rápida. Señalizar, avisar y evitar movimientos bruscos son pasos fundamentales. Y, sobre todo, contar con un seguro de esquí como el de RACC garantiza asistencia inmediata, cobertura médica y tranquilidad en tu escapada a la nieve.