Cuando pensamos en esquiar, solemos imaginar el momento en el que ya estamos en la pista disfrutando de la nieve. Sin embargo, una parte fundamental de la experiencia es el desplazamiento previo y el acceso a la estación. Tanto el viaje por carretera como los primeros pasos dentro del recinto pueden suponer riesgos si no se toman las precauciones adecuadas. Desde preparar el vehículo hasta conocer las normas de circulación en la estación, cada detalle cuenta para empezar la jornada con tranquilidad. Aquí te ofrecemos los mejores consejos para desplazarte y acceder con seguridad a una pista de esquí, junto con la importancia de contar con un seguro de esquí que te proteja durante toda tu escapada. 

 

Preparativos antes de salir hacia la estación de esquí 

Revisa tu vehículo y condiciones de carretera 

Antes de iniciar el viaje, dedica unos minutos a revisar el estado del coche. En zonas de montaña, las condiciones meteorológicas pueden cambiar en cuestión de minutos. Asegúrate de: 

  • Comprobar la presión y el estado de los neumáticos. 
  • Llevar cadenas o neumáticos de invierno. 
  • Revisar niveles de aceite y líquido refrigerante. 
  • Tener el depósito de combustible lleno. 
  • Cargar el móvil y llevar cables de emergencia. 

Consultar el estado de las carreteras y la previsión meteorológica es esencial. Algunas carreteras pueden requerir cadenas obligatorias o estar cerradas temporalmente por riesgo de aludes o acumulación de nieve. 

 

Consejos de conducción en zonas de montaña 

Conduce con suavidad y anticipación 

Las carreteras que conducen a las estaciones suelen ser estrechas, con curvas pronunciadas y pavimento resbaladizo. Conduce suave, sin aceleraciones o frenazos bruscos. Mantén siempre una distancia de seguridad amplia. 

Si encuentras zonas heladas, evita frenar bruscamente. Es mejor reducir velocidad antes de llegar al tramo. En caso de fuerte nevada, utiliza marchas largas para evitar que las ruedas patinen. 

Colocación de cadenas 

Aunque tengas experiencia conduciendo, practicar la colocación de cadenas antes de necesitarlas es una gran idea. Hazlo en casa o en un aparcamiento, con luz y sin frío. Así te resultará más fácil instalarlas en la montaña. 

Las estaciones suelen habilitar zonas específicas para poner cadenas. Utiliza estas áreas y nunca bloquees la carretera. 

 

Acceso a la estación de esquí: primeros pasos 

Aparcamiento y organización del equipo 

Cuando llegues a la estación, respeta las indicaciones de los trabajadores y sigue las señales para aparcar. Los parkings pueden estar helados; camina con cuidado para evitar caídas. 

Organiza el material junto al coche, evitando ocupar pasillos o zonas de circulación. Asegúrate de llevar: 

  • Forfaits o pases de día 
  • Casco y gafas bien colocados 
  • Ropa térmica y cortaviento 
  • Protector solar y bálsamo labial 
  • Guantes y bufanda 

Llevar una mochila ligera con agua y un pequeño snack puede ser útil durante el día.

Normas y recomendaciones dentro del recinto 

Acceso a remontes y respeto del flujo de esquiadores 

Las aglomeraciones en telesillas o telecabinas son habituales en horas punta. Mantén la distancia, respeta las colas y sigue las instrucciones del personal de la estación. Nunca cruces pistas sin mirar antes a ambos lados; recuerda que los esquiadores que bajan tienen prioridad. 

Calentamiento antes de comenzar a esquiar 

Para evitar lesiones, es recomendable realizar un breve calentamiento: movimientos articulares, giros suaves, estiramientos dinámicos y pequeños desplazamientos en llano. Esto prepara los músculos y reduce la posibilidad de sufrir un accidente en la primera bajada. 

 

La importancia de contar con un seguro de esquí durante el desplazamiento y la jornada 

Tranquilidad desde que sales de casa 

Un seguro de esquí no solo cubre accidentes en la pista, sino también imprevistos durante el día: lesiones, rescates, reembolso del forfait si no puedes continuar, asistencia médica, transporte sanitario, daños o pérdida del equipo y responsabilidad civil. 

Viajar con un seguro de esquí de RACC significa que, ante cualquier incidente, tendrás acceso inmediato a asistencia profesional, sin costes inesperados. 

Acceder a una pista de esquí con seguridad empieza mucho antes de calzarse los esquís. Revisar el vehículo, conducir con precaución, organizar el equipo y respetar las normas de la estación son pasos clave para disfrutar de un día perfecto en la nieve. Y para completar esa tranquilidad, nada como disponer de un seguro de esquí que te acompañe desde el primer kilómetro hasta la última bajada.