Cómo mantener la temperatura ideal del frigorífico

Las neveras ayudan a mantener los alimentos en perfectas condiciones para ser ingeridos. Pero para evitar que se estropeen es necesario que nuestro frigorífico funcione perfectamente y, sobre todo, que cuente con la temperatura idónea para que se dé esa conservación.

Una tarea que puede ser más compleja de lo que pensamos, ya que la cocina, lugar donde normalmente está este electrodoméstico, es una de las zonas de la casa donde más variación de temperatura existe. El horno, el microondas o el lavavajillas desprenden calor, haciendo aumentar la temperatura de esta estancia y repercutiendo también en el frigorífico.

Ahora bien, ¿cuál es la temperatura a la que se recomienda que esté? Para que los productos estén frescos el mayor tiempo posible y para evitar bacterias o placas de hielo, lo ideal sería que el frigorífico estuviera en 4°C. Mientras que la temperatura del congelador debería estar en -18°C.

¿Cómo mantener la temperatura perfecta?

Lo primero que hay que saber es a cuánto está nuestro electrodoméstico. Los más modernos cuentan con un medidor por grados. Pero si no es este tu caso puedes:

  • Para la nevera: poner un termómetro dentro de un vaso con agua y dejarlo dentro de la nevera durante 8 horas. Si no es posible, hay que dejarlo, mínimo, 5 horas.
  • Para el congelador: introducir entre dos productos un termómetro para ver la temperatura que marca.

Para evitar que la temperatura varíe, abre la puerta solo cuando sea necesario, comprueba que la goma de cierre no está dañada y mira que la puerta ajusta perfectamente.

Los flujos de aire en el interior también ayudan a que no aumente ni baje de grados. Un consejo: no rellenes demasiado ningún compartimento, ya que así se favorece la circulación de este aire.

¿Qué hacer si se va la luz?

La máxima preocupación cuando se produce una interrupción del suministro eléctrico es que los alimentos no se echen a perder. Y para comprobar que todo está en orden, solemos abrir la nevera o el congelador varias veces.

Este es un gran error. Con las puertas cerradas ayudaremos a no aumentar la temperatura en el interior del frigorífico. Por eso es imprescindible que solo se abra si es muy necesario.

Será cuando vuelva la luz cuando podremos revisar que la temperatura sea la correcta y que los alimentos también estén bien.

Las estaciones, ¿influyen en la temperatura?

Igual que el uso del resto de electrodomésticos puede hacer que varíe la temperatura del interior del frigorífico, las estaciones del año también la pueden alterar. Si a tu casa le entra mucho el sol y enseguida se caldea, es posible que se pierdan grados de refrigeración. Lo mismo sucede a la inversa: si la casa es muy fría, la temperatura del electrodoméstico será menor.

Por eso, nunca está de más revisar la temperatura y ajustarla, si es necesario.

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