Lugares del mundo con transporte público gratuito

Por: RACC Blog

“Como el primer paso sobre la luna”, “como la primera vuelta al mundo”, “como la invención de la rueda”… Son algunos de los lemas de la campaña #ItsABigDay, con la que el Gobierno de Luxemburgo anunció la gratuidad del transporte público en todo el país a partir del 1 de marzo de 2020. Una gratuidad que afecta a cualquier desplazamiento (tren, bus o tranvía) por parte de cualquier persona (residente o visitante).

Vale la pena consultar algunos de sus argumentos. Según Mobilité gratuite au Luxembourg, los ingresos por venta de billetes suponen únicamente el 8% del coste del transporte público, que el Gobierno de Luxemburgo considera asumible por los presupuestos del Estado. “Como todos los demás servicios, se financia con impuestos generales”, señala. Además, indica que es una medida de carácter social para beneficiar a las clases de ingresos bajos, que también contribuye a una movilidad más sostenible. El incremento del uso del transporte público debe suponer la reducción del tráfico de automóviles y la consecuente disminución de las emisiones de carbono.

Ciudades pioneras: Colomiers, Hasselt o Tallin

Aunque quizás no tenga la relevancia del descubrimiento de la rueda, como afirma su campaña, cabe reconocer el mérito de Luxemburgo de ser el primer país del mundo en aplicar esta medida. Pese a todo, no fue pionero en el desarrollo del transporte público gratuito. Hay diversas iniciativas en este sentido en pequeñas ciudades de Alemania y Francia, como Colomiers (bonobús gratuito desde 1971). Destaca también el caso de Hasselt (Bélgica), que mantuvo la gratuidad durante poco más de 15 años (entre 1997 y 2013). En este tiempo, el uso del transporte público se incrementó más de un 1.200%, pero finalmente se decidió recuperar el pago con tarifas muy reducidas.

Otra ciudad pionera es Tallin (Estonia), primera capital europea en aplicar la medida, en enero de 2013. En este caso, la gratuidad se limita a los residentes. Aunque el uso del transporte público ya era elevado en la ciudad, la medida atrajo a más ciudadanos, que a su vez contribuyeron al mantenimiento del sistema mediante el pago de impuestos. La iniciativa tuvo mucha repercusión mediática, como recoge el mismo ayuntamiento de Tallin en su página web.

Gratuidad parcial, el modelo más habitual

Alrededor del mundo se registran modelos muy diversos de gratuidad del transporte público. Desde limitados a determinados colectivos (menores, estudiantes, tercera edad, etc.) a desplazamientos gratuitos a determinados espacios (centros comerciales, complejos universitarios, etc.). Aunque no se encuentre 100% actualizada, la página Fare Free Public Transport sigue ofreciendo una perspectiva interesante de ciudades de todo el mundo con servicios gratuitos.

Entre los casos más curiosos destaca el famoso ferry de Staten Island, en Nueva York, gratis para todos los pasajeros desde 1997. Creado en 1817, fue históricamente muy asequible y el anuncio de la subida de precios fue uno de los motivos que impulsaron la petición de un referéndum para la separación de Staten Island de Nueva York. Al parecer, la defensa de la gratuidad del ferry fue una de las medidas que llevaron a Rudy Giuliani a su reelección como alcalde. Otro ejemplo curioso es el servicio gratuito de transporte en Walt Disney World en Orlando, con una red muy extensa de autobuses, ferries, monorraíles y hasta teleférico.

Más allá de la anécdota, conviene señalar que la gratuidad de los sistemas públicos de transporte es un tema de debate de máxima actualidad en el momento presente de replanteamiento de los modos de transporte urbanos. La caída del uso durante la pandemia, el auge de nuevos vehículos (bicicletas, patinetes, etc.), la necesidad de un desarrollo más sostenible o la pacificación del entorno en beneficio de los peatones son algunos de los elementos clave en este apasionante debate.