Qué es el hambre emocional y cómo combatirla

Comer es esencial para mantener nuestro cuerpo en funcionamiento, pero no siempre que comemos es por una necesidad real. Hay veces que comemos para calmar emociones, como el estrés, la tristeza, la ansiedad o incluso el aburrimiento. Esta tendencia, tan común y desconocida a la vez, es lo que se conoce como hambre emocional. No va vinculada a una necesidad física, sino a un intento de calmar lo que sentimos a través de la comida. 

A diferencia del hambre física, en el hambre emocional, que es repentina y urgente, nos suele apetecer comida calórica, poco saludable o dulce. Además, esta no desaparece aunque comamos. Y no solo eso, sino que también acarrea un sentimiento de culpa tras la ingesta compulsiva.

Señales para detectar el hambre emocional

El hambre emocional y la física se pueden confundir. Sin embargo, la emocional se caracteriza por lo siguiente:

  • Incluso estando lleno, sientes ganas de comer algo más.
  • Tienes la necesidad de comer algo específico y lo necesitas de forma urgente y repentina.
  • Comes sin pensar, solo ingieres.
  • No te sacias.
  • Después de comer, en lugar de sentirte satisfecho, sientes culpa o incluso vergüenza. 

¿Cómo controlar el hambre emocional?

Si has detectado que sufres hambre emocional y quieres controlarla:

  • El primer paso es acudir a un profesional que te ayude a gestionar esta alteración en la alimentación. 
  • También puedes elaborar un plan semanal en el que detalles a qué hora y qué alimentos vas a comer a lo largo del día. Aquí un dietista te puede ayudar a confeccionar el calendario, incluyendo alimentos saciantes y con poco azúcar
  • Practicar deporte reduce la ansiedad y te ayuda a vivir con optimismo al liberar endorfinas. Hacer ejercicio de forma regular es un factor importante.
  • Las técnicas de relajación son esenciales para disminuir la ansiedad y calmar el estado nervioso del cuerpo. Esto hará que las emociones estén más equilibradas.

Escuchar nuestro cuerpo está bien, pero aprender a entender lo que sentimos es igual de importante. Si el hambre emocional interfiere en tu bienestar, recuerda que no tienes por qué afrontarlo en solitario. Con el seguro de salud del RACC, accederás a especialistas y a más de 44.000 servicios médicos y de bienestar.