¿Cuándo y cómo debemos usar las luces antiniebla?

Por: RACC Blog

Hay situaciones en las cuales el uso correcto del alumbrado de un vehículo es primordial para adecuarnos al estado de la vía. El uso de los antinieblas siempre genera cierta confusión. Os explicamos en que circunstancias hay que usar el delantero y el trasero.

Las mejoras en los sistemas de alumbrado de los vehículos modernos nos permiten tener una buena visibilidad en condiciones normales. La evolución de los sistemas de bombillas tradicionales a los sistemas de xenón y, posteriormente, al alumbrado led nos ha permitido ganar en seguridad en el momento de la conducción con baja visibilidad, pero ¿sabemos en qué momento debemos usar nuestro alumbrado correctamente?

Hoy en día, la luz diurna es obligatoria para los vehículos nuevos desde febrero de 2011. Para los vehículos que no equipan esta opción, siempre es recomendable llevar las luces de posición encendidas en el periodo comprendido entre la salida y la puesta del sol, lo que los hace más visibles para el resto y reduce accidentes.

Sin embargo, en el caso de las luces antiniebla la normativa únicamente obliga al montaje de serie de los antinieblas traseros, siendo opcionales los delanteros, ya que no son obligatorios según la normativa. Esto hace que su uso también esté diferenciado.

Los supuestos y obligaciones de uso del alumbrado vienen estipulados en el capítulo X (Utilización del alumbrado) reseñado en el Reglamento General de Circulación, donde también podremos encontrar, en el artículo 106, los supuestos para usar las luces antiniebla:

Artículo 106. Condiciones que disminuyen la visibilidad.

  1. También será obligatorio utilizar el alumbrado cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad, como en caso de niebla, lluvia intensa, nevada, nubes de humo o de polvo o cualquier otra circunstancia análoga (artículo 43 del texto articulado).
  2. En los casos a que se refiere el apartado anterior deberá utilizarse la luz antiniebla delantera o la luz de corto o largo alcance. La luz antiniebla delantera puede utilizarse aislada o simultáneamente con la de corto alcance o, incluso, con la de largo alcance. La luz antiniebla delantera solo podrá utilizarse en dichos casos o en tramos de vías estrechas con muchas curvas, entendiéndose por tales las que, teniendo una calzada de 6,50 metros de anchura o inferior, estén señalizadas con señales que indiquen una sucesión de curvas próximas entre sí, reguladas en el artículo 149. La luz antiniebla trasera solamente deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo.
  1. El hecho de circular sin alumbrado en situaciones de falta o disminución de la visibilidad tendrá la consideración de infracción grave, conforme se prevé en el artículo 65.4.e) del texto articulado.

En resumen, podríamos decir que el uso de los antinieblas tanto delantero como trasero debería adecuarse a la situación concreta en la que nos encontremos. Por lo tanto, usaremos las luces antiniebla delanteras siempre en caso de lluvia intensa, de niebla, polvo, humo y nieve, mientras que las traseras únicamente deberemos usarlas en caso de que todas las condiciones anteriores sean extremas.

Como vemos, en situaciones de baja visibilidad es recomendable el uso de las luces antiniebla, pero debemos ser conscientes que un mal uso de estas nos puede acarrear sanciones de 200 €.

Además, en este tipo de situaciones deberemos extremar la precaución, adaptando nuestra conducción a las condiciones presentes, por lo que también recomendamos los siguientes puntos:

  • Hacer un buen uso del alumbrado.
  • Adaptar nuestra velocidad a las condiciones de la vía, teniendo en cuenta la visibilidad y la distancia de seguridad.
  • Usar como referencia las marcas viales de la carretera, para evitar salidas de vía o cambios indeseados de carril.
  • Evitar maniobras bruscas, como frenazos o acelerones. No realizar adelantamientos si es evitable.
  • Circular siempre que sea posible por la derecha.
  • Mantener la calma y templar los nervios para extremar la atención a todo lo que nos rodea en la vía.

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