Consejos y trucos para conducir un coche automático

Hoy en día, la proliferación de los coches automáticos nos está cambiando la manera de conducir y las viejas costumbres que teníamos con los coches manuales. La gran aceptación en los últimos años de este tipo de cambios, además de las grandes mejoras introducidas, han permitido que estos sean vehículos más eficientes y seguros, e incluso han llegado a reducir el consumo, uno de los grandes hándicaps históricos de este tipo de cambios.

Con anterioridad ya explicamos las siete diferencias de conducir un coche eléctrico y uno de tradicional y ahora nos proponemos traeros los mejores consejos y trucos para conducir un coche automático. Tradicionalmente, los coches automáticos han estado reservados para modelos de alta gama en nuestro país, donde ni siquiera existía debate sobre cuál era más apropiado, ya que la gran mayoría escogía el tipo manual. A diferencia de países como Estados Unidos, donde los cambios automáticos son mayoría, aquí ha sido en los últimos años cuando nos hemos empezado a adaptar a ellos.

Desde la aparición de las cajas de convertidor de par, las más utilizadas desde los años 70 hasta la primera década del 2000, la evolución nos ha traído las DCT (Dual-Clutch Trasmission) o cambios de doble embrague, una tecnología más avanzada comercializada por primera vez en el Volkswagen Golf R32 en 2003.

Conducir con un automático nos permite estar más pendientes de la conducción en sí, nos ayuda a una simplificación del proceso, a evitar averías por mal uso del embrague, a ser más eficientes en ciudad, sobre todo en un atasco. Además, un automático no se cala.

¿Cómo funciona un automático?

El funcionamiento de una caja de cambios automática puede variar según el fabricante, el tipo de vehículo o la tecnología usada. Por norma general, una caja de este tipo reacciona por sí misma a las circunstancias de la conducción: ella misma seleccionará la marcha más adecuada para una subida, un recorrido plano o una carretera revirada, evitando que el conductor deba intervenir en el proceso, más allá de presionar el acelerador.

Consejos y trucos

En la conducción de un automático hay pocos secretos, pero el desconocimiento del proceso a seguir por parte del conductor podría acarrear algún problema. En su conducción, únicamente debemos tener en cuenta algunos pasos para su correcto funcionamiento.

  • Arranque: quitar el freno de estacionamiento con el freno de pie pisado. Dar contacto, engranar marcha D e iniciar la conducción.
  • Conocer el cambio: los automáticos suelen llevar letras, P-R-N-D. La P es la posición de aparcamiento que bloquea el vehículo, con la cual no se moverá, aunque no debe usarse sin el freno de mano en el momento de dejar estacionado el vehículo. La R o reversa es la marcha atrás, la N es la neutral, equivalente al punto muerto, donde el coche no tendrá movimiento, pero no estará bloqueado, por lo que habrá que usar el freno o el freno de mano. La D o Drive es la marcha para avanzar hacia adelante.
  • Pie izquierdo: el pie izquierdo siempre debe estar apoyado en el reposapiés. No es necesario en ningún momento de la conducción. Los dos pedales deben presionarse con el derecho, evitando en todo momento pisar los dos pedales a la vez por usar el pie izquierdo.
  • Mano derecha: la mano derecha debe ir en todo momento sobre el volante. Al carecer de la palanca de cambios, únicamente la usaremos para dirigir el volante.
  • Cambiar de marcha: para cambiar de marcha se debe detener por completo el vehículo y tener el freno pisado. Con esto, además de alargar la vida del sistema de transmisión y cambio, nos evitaremos sustos innecesarios.
  • No usar la N para bajar pendientes: descender en punto muerto en un vehículo manual no es recomendable, como tampoco lo es hacerlo en un automático, disminuyendo así la capacidad de reacción del coche. También hay que recordar que el freno motor en estos coches es mínimo en comparación con un manual. Del mismo modo, si el coche debe ser remolcado, debe engranarse la N.
  • Mantenimiento del cambio: seguir los consejos del fabricante a la hora del mantenimiento nos permitirá alargar la vida útil de este, y, por ende, la de todo el vehículo, ya que el precio de la sustitución de un cambio de este tipo suele triplicar el de un manual.

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