¿Qué hacer en caso de pinchazo?

Por: RACC Blog

Tener un pinchazo es una de las averías más frecuentes en el uso diario de cualquier tipo de vehículo que equipe neumáticos. Es un problema que puede tener una solución fácil y rápida, siempre que actuemos con corrección.

Los neumáticos son uno de los elementos de desgaste de mayor importancia en un vehículo. Llevarlos en buen estado y revisar correctamente las presiones de manera periódica es vital para alargar su vida, así como llevarlos alineados. Así mismo, tampoco debemos descuidar el mantenimiento de otro sistema relacionado con las ruedas como son los frenos y el líquido.

La alineación o paralelismo consiste en poner las ruedas de cada eje paralelas  y los ejes entre sí, ajustando el ángulo con los parámetros definidos para cada vehículo y que -entre otras- nos librarán de un desgaste desigual y mayor en nuestros neumáticos. Golpes, baches o circulación por firmes irregulares pueden desajustar la alineación, por lo que es recomendable hacerla de manera frecuente y adaptándonos al uso del vehículo.

Pese a todo, aún llevando todo en buen estado, podemos encontrarnos con el imprevisto de un pinchazo. Encontrar elementos punzantes en la vía no es tan extraño, sobre todo si circulamos por zonas industriales o más proclives a tener el asfalto más sucio o peor cuidado.

¿Cómo actuar?

En caso de pinchazo y pérdida de presión en alguno de los neumáticos del vehículo, lo más primordial es mantener la calma, evitar movimientos bruscos y frenar progresivamente para reducir lentamente la velocidad. De esta manera evitaremos que el vehículo se tambalee y podamos provocar un accidente con los demás usuarios de la vía.

Debemos tener en cuenta que si las ruedas afectadas son algunas de las directrices, la pérdida de precisión en el giro será mayor, por lo que deberemos usar movimientos suaves para apartarnos de la zona de circulación, aumentando aún más las precauciones en caso de circular por vías rápidas.

Circular con el neumático deshinchado durante demasiados metros puede conllevar al deterioro de este, haciendo inviable su reparación y siendo de obligada sustitución.

¿Qué hacer una vez pinchamos?

Hoy en día existen diferentes métodos para solucionar este problema. En primer lugar, si usamos neumáticos con tecnología Runflat o similares, tendremos la posibilidad de llegar a un taller para su reparación, aunque habrá que ceñirse a las especificaciones de los fabricantes para no dañar los neumáticos.

En los neumáticos convencionales, tenemos diferentes soluciones:

  1. Llamar al RACC para solucionar el problema: la opción más rápida y segura. El mecánico valorará la mejor opción (reparar in situ, traslado al taller, etc.).
  2. Cambiar la rueda: Existen dos tipos de rueda de recambio, la de emergencia o galleta o la que es igual al resto. Las de emergencia son provisionales y no permiten circular a más de 80 km/h, por lo que se deberá acudir lo antes posible a un taller para la reparación de la rueda pinchada. El dilema surge a la hora de comprar un coche nuevo, ¿lo elegimos con o sin rueda de recambio? En las que son de la misma medida se deberá tener en cuenta que sea del mismo dibujo que la de su mismo eje. En ambos casos habrá que tener presente que estén a la presión correcta.
  3. Reparar el pinchazo con espray: para economizar costes, algunos fabricantes equipan sus vehículos con kit de reparación antipinchazos. Estos constan de una espuma química sellante y un compresor para volver a hinchar el neumático. Este es un sistema provisional que no nos permite circular a más de 80 km/h y que servirá para llegar a un taller. En caso de reventón o agujero grande no será de utilidad.
  4. Mecha o espárrago antipinchazos: esta es otra de las soluciones más rápidas y eficientes. Es un método que permite la reparación sin desmontar la rueda y es más duradero que el anterior, ya que debemos localizar el agujero, extraer el elemento perforador y poner en su lugar una mecha sellante que nos permitirá seguir con nuestro viaje con normalidad. Con este método es recomendable acudir posteriormente a un taller para parchear el agujero, para evitar posibles pérdidas de aire.