Actuar frente al dolor de cabeza

Llamamos cefalea a cualquier tipo de dolor localizado en la cabeza. Aunque el cerebro no duele, el dolor se localiza en las meninges, que tienen terminaciones sensitivas llamadas nociceptores o también por irritación del nervio trigémino o de una de las tres de sus ramas.

La cefalea no distingue de razas, zonas geográficas, nivel económico, edad, etc., sino que es un proceso generalizado, y cualquier persona y en cualquier momento puede padecer un episodio. De hecho, se trata de uno de los trastornos más frecuentes del sistema nervioso. Más del 50% de la población tiene un episodio de cefalea al menos una vez al año y es una de las causas más comunes de incapacidad.

Tipos de cefaleas

La mayoría de ellas no reviste gravedad salvo por la incapacidad que producen mientras se padecen, pero hay que conocer algunos síntomas para saber cuándo puede ser un problema grave que requiera acudir al servicio de urgencias (los veremos más adelante).

Hay más de 150 tipos diferentes de dolores de cabeza etiquetados por los neurólogos, pero podemos resumirlos en dos grandes grupos: cefaleas primarias (enfermedades independientes causadas directamente por la hiperactividad o por problemas en la cabeza) y cefaleas secundarias (debidas a traumatismos, patología vascular cerebral, consumo o abstinencia de sustancias, infecciones, tumores del SNC –sistema nervioso central–, etc.). Por suerte, más del 90% de las cefaleas son primarias. Estas se diagnostican según criterios de la Sociedad Internacional de Cefaleas (International Headache Society). Los tipos más frecuentes y de naturaleza benigna serían la cefalea tensional, la migraña (parece que tiene un cierto componente hereditario) y por contracturas musculares del cuello. Aunque también es cierto que la mayoría hemos padecido dolor de cabeza tras un episodio de gripe, resfriado común, enfermedades virales o en caso de sinusitis.

Además, es más frecuente en las mujeres que en los hombres (posiblemente existe un factor hormonal que lo explicaría), sobre todo las migrañas (17% en ellas frente al 8,6% en ellos).

La causa de las cefaleas es desconocida

Hay unos factores predisponentes a desarrollar cefalea. Sobre algunos de ellos NO podemos actuar, como el ser mujer o antecedentes de traumatismos en la cabeza. Pero hay otros factores sobre los que SÍ podemos incidir: evitar la obesidad, el abuso de medicación analgésica, el estrés, la ansiedad, la depresión, así como el abuso de cafeína y de ciertos alimentos (cacao, plátanos, frutos secos, quesos fermentados, comidas picantes), etc.

El dolor puede manifestarse como un calambre, como una opresión, como un latido o como si nos fuera a explotar o nos taladrasen la cabeza. Puede acompañarse de párpados cerrados o caídos, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, náuseas, vómitos, etc.

El diagnóstico siempre debe hacerlo un médico tras una historia clínica detallada y una exploración física. En general, no se necesitan más estudios salvo para descartar alguna causa secundaria.

¿Cómo controlar la cefalea en casa?

Hay medidas que se pueden tomar, especialmente en migrañas o dolores de cabeza tensionales. Se debe intentar tratar los síntomas de inmediato, aunque sin abusar de la medicación.

  • Mantener una buena hidratación.
  • Descansar en una habitación tranquila y oscura.
  • Colocar un paño frío sobre la cabeza.
  • Utilizar cualquier técnica de relajación que se haya aprendido.
  • Realizar un diario de los dolores de cabeza para definir sus características e identificar los desencadenantes: hora de inicio, relación con algún alimento o fármaco, cuánto se ha dormido la noche previa, cuánto duró el dolor, etc.

Algunas medidas que nos ayudan a prevenir el dolor de cabeza son:

  • Tratar de llevar una vida ordenada.
  • Realizar ejercicio físico de manera habitual.
  • Tener unos hábitos de alimentación saludables.
  • Evitar el alcohol y el tabaco.
  • Evitar abusos de medicación y cafeína.
  • Solicitar atención médica, si se tiene bajo estado de ánimo o frente a cualquier cambio de las características de la cefalea.

Hay que tener en cuenta que la automedicación cronifica el dolor porque no siempre se toma el fármaco adecuado o en las dosis correctas. Tampoco debemos recomendar nuestro tratamiento a otros pacientes ni aceptarlo de ellos, porque puede que su cefalea sea distinta. Solo nuestro médico puede pautar el tratamiento de las crisis agudas de dolor.

Para la migraña es muy importante iniciar el tratamiento agudo lo más precozmente posible. Se utilizan antiinflamatorios no esteroideos con absorción gástrica rápida o triptanes.  Para la cefalea tensional se opta por el uso de técnicas de relajación, ejercicio, fármacos ansiolíticos o paracetamol.

Es motivo de urgencia si…

El dolor de cabeza también puede ser un síntoma de alarma de un problema grave y que precisa atención médica urgente como derrame cerebral, hidrocefalia aguda, crisis de hipertensión arterial, tumor cerebral y otros.

Por eso, si el dolor de cabeza se acompaña de alteración del habla y de la visión, pérdida de equilibrio, incapacidad de mover alguna extremidad, se desencadena después de una sobrecarga física, es de intensidad extrema o si el dolor ha cambiado de ritmo e intensidad a como lo ha tenido en otras ocasiones…, sí que debería consultarse con el servicio de urgencias.

Equipo Médico Teladoc Health