Los ciclistas de Barcelona piden carriles seguros y más vigilados

El 5.º Barómetro RACC de la movilidad ciclista en Barcelona y sus accesos muestra que las dos ruedas son cada vez más habituales en los desplazamientos de ocio y trabajo. Sus usuarios piden seguridad ante los vehículos de motor, adaptando la infraestructura ya existente con una amplia visión metropolitana.

POR AGUSTÍN RODRÍGUEZ

La bici como modo de transporte habitual es una realidad consolidada en el área metropolitana de Barcelona. De hecho, el 5.º Barómetro RACC de la movilidad ciclista en Barcelona y sus accesos destaca que los desplazamientos ciclistas en Barcelona han aumentado un 77% en días laborables en los últimos doce años.

Este estudio, presentado el pasado mes de julio, analiza los hábitos y la opinión de los ciclistas en la ciudad y alrededores. Para elaborarlo, el Club ha realizado 800 encuestas a ciclistas y más de 18.500 observaciones a bicicletas y VMP en los carriles bici.

En este sentido, el Barómetro recoge que el número de bicis y patinetes que circulan por los carriles bici observados se ha incrementado un 15% respecto al 2022. En concreto el volumen de bicicletas ha crecido un 14% y el de VMP, como patinetes, monopatines o segways, un 17%.

Más seguridad

Ante este crecimiento del uso de la bicicleta aparecen retos que deben resolverse. Por ello, y con el objetivo de mejorar la movilidad, el RACC ha estudiado el uso actual de la red ciclista barcelonesa y la situación desde el punto de vista del usuario, así como la evolución respecto al último año. Entre las conclusiones del estudio, destaca que un 62% de los ciclistas se sienten vulnerables circulando en bicicleta en Barcelona y su ámbito metropolitano.

El de la seguridad es un tema recurrente, y es que el 93% de los ciclistas afirman encontrarse a menudo coches y motos en los carriles bici, ya sea estacionados o circulando. En resumen, los usuarios puntúan con un aprobado justo la seguridad de la red ciclista de Barcelona, aunque la experiencia de ir en bici la valoran con un 6,2 sobre 10.

Desplazamientos diarios

Los ciclistas encuestados realizan una media de más de tres viajes diarios y afirman que la mayoría de desplazamientos son por trabajo o estudios. Entre los motivos para escoger la bici como modo de transporte, los usuarios priorizan la rapidez (29%), la comodidad (27%) y que contamine menos (24%). Por otro lado, el 22% valora hacer ejercicio y un 16% reconoce que ahorra dinero.

Para completar estos desplazamientos diarios, las dos ruedas no son las únicas acompañantes en todo el trayecto. En cuanto a la intermodalidad de la bicicleta, el 96% de los ciclistas afirman que la combinan con otros modos de transporte en sus viajes, especialmente el transporte público. Esta cifra, por otro lado, va relacionada con la extensión y señalización de la red, con la que un 70% de los ciclistas afirman no estar satisfechos.

La distancia total a recorrer también es un factor que modifica las elecciones personales en cuanto al tipo de bicicleta, teniendo en cuenta que un 61% de los ciclistas del área de Barcelona se mueven con una bici propia. Las encuestas personales del Barómetro señalan que, para recorridos de más de 30 minutos, más de la mitad de los encuestados (un56%) opta por la bici eléctrica.

Siniestralidad y normativa

Un 17% de los encuestados afirman haber sufrido un accidente alguna vez. Los vehículos involucrados en accidentes con bicis son taxi/bus (16%), coche/furgoneta y moto (14%) y otra bici (6%), un porcentaje inferior a los vehículos motorizados, si bien un 63% admite que circula en bici más rápido de lo permitido.

En cuanto a los elementos de señalización, un 66% asegura que lleva timbre, un 63% tiene luz roja detrás y un 56%, luz blanca delantera. Un 57% de los ciclistas adultos dicen que utilizan el casco, aunque no es obligatorio a partir de los 16 años.

Las recomendaciones del RACC

Después de analizar los datos del 5.º Barómetro, el RACC quiere trasladar una serie de recomendaciones destinadas a una movilidad sostenible. En primer lugar, es importante mejorar la red ciclista, implantando una normativa de circulación común metropolitana y actuar sobre la señalización. Habría que establecer puntos específicos de autoreparación y facilitar el servicio público metropolitano, incrementando así la conectividad entre municipios. También se debería mejorar las infraestructuras existentes reponiendo la señalización, instalando otra nueva donde haga falta y creando una red de aparcamientos seguros. En el ámbito de la siniestralidad, el RACC recomienda obtener periódicamente información sobre los desplazamientos y la oferta de infraestructura, también reservando un espacio para que las bicicletas se paren en los semáforos. En el ámbito empresarial, impulsar la formación y el conocimiento de la normativa de circulación e incentivar los desplazamientos de los empleados en bicicleta serían dos buenas herramientas de normalización.