Pantalla flexible de un dispositivo Samsung con Windows Phone 8. Foto: Brian Carlson

La empresa coreana Samsung mostró en un evento con los accionistas de la compañía sus avances en cuanto a pantallas flexibles. Tras años de investigación, los proveedores de componentes para la industria telefónica están a punto de cambiar la concepción de los smartphones, con el lanzamiento de las primeras pantallas OLED flexibles.

El fabricante surcoreano, que hace tiempo probó suerte con el curvilíneo Galaxy Round y más recientemente lanzó el primer teléfono con la primera pantalla de dos lados con el Galaxy Note Edge, tiene previsto iniciar la producción de paneles OLED flexibles en 2015. La estrategia de Samsung pasa por tomar la delantera para hacerse lo antes posible con una cuota del mercado, puesto que la compañía no espera que sus rivales puedan darle alcance hasta 2016. Lógicamente, el abanico de productos no se cierra a los smartphones o tabletas, sino que se abre la puerta a una infinidad de dispositivos para llevar encima, que sacarán mayor partido de esa característica.

Tanto Samsung como LG llevan años experimentando con pantallas flexibles, aunque el principal resultado de este trabajo han sido las pantallas curvadas de los televisores. Aunque con curvatura, las pantallas de estos dispositivos siguen siendo rígidas, entre otras cosas por la dificultad de producir en masa una tecnología de pantallas que no ha salido del laboratorio.

Por ahora, Samsung considera que será suficiente con una producción de entre 30.000 y 40.000 pantallas flexibles al mes, que espera lograr durante el año que viene para lanzar un primer smartphone que se pueda doblar. Cabe esperar que la flexibilidad esté limitada a un único punto, como sucedía en su vídeo promocional, ya que el hecho de que la pantalla se doble no significa que el resto de la electrónica pueda hacerlo también.

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La promesa de Samsung de una pantalla plegable se produce pocos días después de que LG proyectara sus planes futuros. Al parecer, el rival también coreano de Samsung pretende desarrollar pantallas cada vez más flexibles y para 2017 espera haber desplegado la tecnología necesaria para implementar pantallas capaces de ser dobladas primero, y posteriormente dispositivos enrollables por completo. Estas pantallas OLED serían capaces de resistir altas temperaturas y reducir su grosor lo suficiente como para plegarse y poder aguantar esta flexibilidad.

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