¿Cuándo debemos cambiar los neumáticos?

Los neumáticos son uno de los elementos más importantes de nuestros vehículos, a los cuales no siempre les prestamos la atención necesaria. Llevarlos en buen estado y con su correcta presión es la manera para que no pierdan su eficacia. Pero, ¿cuándo debemos cambiarlos?

La respuesta es bastante obvia: cuando se desgastan. Pero no siempre es este el único factor para realizar un cambio. Todo depende del tipo de vehículo que los monte, de su uso, de las averías de estos –pinchazos, reventones, etc.– e incluso de las condiciones climáticas extremas.

El estado de las suspensiones, los golpes y bordillazos, el firme por el que se suele circular, las presiones, el clima o la tracción del vehículo, entre otras causas, definirán el desgaste de estos.

Además de saber qué tipo de neumático necesita nuestro coche, la mejor manera de conservarlos siempre en buen estado es un mantenimiento periódico, con las presiones correctas, mirando que no existan cortes en su superficie o bultos, así como pinchazos en zonas críticas como los flancos.

A continuación, enumeramos las tres causas más frecuentes para el cambio de neumáticos:

  1. Por desgaste

Este suele ser el principal motivo de cambio. Cuando vemos que la superficie del neumático no tiene el dibujo correcto, llega el momento del cambio. Por regla general, un neumático nuevo tendrá unos 9 mm de dibujo y los principales fabricantes recomiendan no usarlos con una superficie menor a 3 mm, pese a que el límite legal se encuentra marcado en 1,6 mm. El testigo que equipan los neumáticos es una buena referencia para ver su desgaste, así como el uso de medidores.

El desgaste irregular por mal alineado, mal estado de la suspensión o presión incorrecta es otro factor que nos puede obligar al cambio. Además, circular con neumáticos desgastados representa un peligro para la seguridad vial, por la falta de efectividad que representa, y este hecho puede ser punible por las autoridades, con multas que rondan los 200 €, además de no superar la prueba de la ITV.

Quizás te interesa: DGT: nuevas señales, normas y multas

  1. Por tiempo y kilómetros

Los fabricantes recomiendan la sustitución cada 40-45.000 km o entre los cinco y ocho años desde su fecha de fabricación, que viene grabada en el mismo lateral del neumático. Con 10 o más años, su sustitución debe ser inmediata para evitar cualquier tipo de percances. El material con el que están fabricados se desgasta con el paso del tiempo, aunque no haya tenido un uso intensivo y los neumáticos se vean con un dibujo correcto.

  1. Por daños

Un golpe fuerte del neumático contra un bordillo o en un accidente puede causar daños que nos obliguen a reemplazarlo. Los molestos bollos, las rajas de la goma o los pinchazos pueden ser motivo de cambio, ya que pueden representar riesgo de reventón y pérdida de presión.

Un pinchazo en el flanco del neumático no es recomendable repararlo, puesto que es una de las zonas más críticas de este, puede representar un grave riesgo en circulación. Los bollos pueden llevarnos a un reventón, al igual que las rajas, que también pueden provocar molestas pérdidas de aire.

En caso de incidente, el RACC siempre está para ayudar, y con necesidad de cambio se puede pedir cita al Centre RACC Auto o pedir un cambio a domicilio.

Quizás te interesa: Comprobaciones básicas del coche

No te pierdas la Guía del buen conductor